MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI

28-¿No que sólo era una apuesta?

*Dalia*

-Porque no?-preguntó pablo.

-Porque no es lo correcto, yo estoy trabajando porque ahora mismo lo necesito, y sería abusar de vosotros aceptarlo-dije negando.

-Claro que no, hija-me dijo belén.

-Os lo agradezco de verdad, creo que nunca en mi vida se habían preocupado tanto por mi, pero no puedo aceptarlo-dije negando y ambos se miraron soltando un suspiro.

Fui a levantarme, pero pablo me llamó antes de salir y lo miré.

-No tienes edad para llevar las responsabilidades que estas llevando, pero si quieres hacerlo es tu decision-me dijo-pero quiero que sepas que esta propuesta va a seguir en pie por si cambias de opinión, de acuerdo?-me dijo y yo asentí, porque si hablaba seguramente se me saltarian las lágrimas.

Salí del despacho metiéndome en mi habitación y respiré varias veces intentando no llorar.

Como personas que no eran de mi familia y a las que conocía desde hacía tan poco podían preocuparse más por mi que...mi propio padre.

Respiré hondo, y salí para seguir a lo mío, aunque la cabeza no paraba de darme vueltas.

Cuando bajé estaba mi padre desayunando, y en cuanto me vio me sonrió.

-¿Como has dormido?-pregunté mirándolo.

-Bien cielo-me dijo abrazandome y yo sonreí pegada a su cuerpo-Oye, esta familia te quiere mucho-me dijo y yo sonreí.

-Son personas muy buenas-le dije asintiendo.

-Muy buenas y forrados-Dijo con una sonrisa y yo lo miré frunciendo el ceño-el chico, gavi, te llevas bien con él?-me preguntó muy interesado.

-Normal-dije encogiendome de hombros algo incómoda.

-Hija escuchame-dijo mirando hacia los lados-no te das cuenta? Tienes la solución a todos nuestros problemas en la palma de tu mano!

-¿Que estas diciendo, papá?

-Dalia, tienes que enamorar a ese chico, tiene todo el dinero que necesitamos cariño, puedes hacerlo, eres preciosa!-me dijo y yo me separé al instante mirándolo decepcionada.

-Me estas pidiendo algo muy rastrero, no me has inculcado esos valores papá!-le dije cabreada.

-Olvida los valores Dalia! Los valores pagan abogados? No no? Pues eso es lo que me importa-me dijo y yo lo miré sorprendida.

-No estás hablando enserio.

-Estoy hablando muy enserio-me dijo.

-Jamás-le dije sería.

-¿Acaso no te importo? Siempre lo he dado todo por ti! Y ahora yo te pido una cosa y me la niegas!-me dijo empezando a cabrearse.

Justo cuando iba a contestarle, pablo entro por la puerta con una sonrisa, y mi padre cambió su cara de fastidio por una sonrisa arrogante.

-Hombre, Manuel buenos dias-dijo.

-Buenos días, pablo-contestó-hoy juega el muchacho, no?-le preguntó con una sonrisa y pablo asintió.

-Claro, lo veremos en el salón-dijo y mi padre asintió-está noche lo conocerás, cenaremos todos juntos como anoche-le dijo y mi padre sonrío asintiendo.

Yo decidí salir, porque sentí que empezaba a faltarme el aire.

Cada día que pasaba parecía que conocía menos a mi padre, todos los valores que me había enseñado desde pequeña parecían haberse esfumado.