MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI

33-Enamorado

*Gavi*

Me desperté notando un cuerpo sobre mí y sonreí con los ojos cerrados apretándola contra mi.

Después de lo de anoche la convencí de que durmieramos desnudos, y aunque al principio se negó después gracias a mis besos conseguí convencerla y ahora mismo me alegraba mucho.

Ella se removió al notar mi mano acariciar su cintura y abrió sus preciosos ojitos verdes aún adormilada.

-¿Qué hora es?-preguntó.

-No lo sé, mi amor-le dije y ella sonrió al escucharlo.

-¿Puedes mirarlo, mi amor?-soltó y yo sonreí mientras cogía mi móvil.

-Haber si algún día me lo dices tu primero-le dije chinchandola y ella pasó su brazo por mi pecho sonriendo.

-Sabes que me da vergüenza, pero lo haré-dijo dejando un beso en mi pecho y yo sonreí.

-Son las nueve-le dije y ella dio un bote.

-¿¡Cómo que las nueve?!¡¿ No ha sonado la alarma?!-preguntó mientras se levantaba liandose la sábana-madre mia a saber si ha entrado tu madre a buscarme y nos ha visto...-la corté viendo lo agobiada que estaba.

-Rubia tranquila que hoy es tu día de descanso y ayer eché el pestillo, nadie ha entrado-le dije y ella me miró dándose cuenta.

-Que susto pablo...-dijo llevando su mano al pecho y yo reí.

-Ven aquí, vuelve ahora mismo a la cama-dije dando un toque en el colchón y ella sonrió sentándose donde yo había dado el toquecito.

La rodee hundiendo mi cara en su cuello y ella sonrió acariciando mi barbilla.

-¿Cómo puedes estar tan guapa por las mañanas?-le pregunté y ella sonrió.

-Tu también estás muy guapo-dijo dejando un beso en mis labios-pero tenemos que levantarnos pablo, haber si tu madre va a entrar a tu habitación y va a ver que no estás-me dijo y yo rodé los ojos.

-Mi madre sabe lo que hay-le aseguré y ella se ruborizó-no te pongas roja porque está encantada, el otro día me dijo que ni se me ocurriera hacerte daño-dije en su cuello.

-¿Y le vas a hacer caso?-me preguntó y sonreí mirándola.

-Pues claro rubia, pero no porque me lo diga ella.

Dejó un pico en mis labios sin dejar de sonreír y se levantó yendo hasta el baño.

Me levanté siguiéndola y la vi encender el grifo de la ducha asique la abracé por detrás rodeando su cuerpo.

-Venga, que me tengo que duchar-me dijo girándose a mi.

-Nos podemos duchar los dos-le dije y ella se ruborizó-ay que me da vergüenza pablo-dije intentando imitar su voz y ella dio un golpe en mi pecho sonriendo haciéndose la ofendida.

-Yo no hablo así-me dijo y yo reí.

-Dime que no es lo que me hubieras dicho-ella se quedó callada y yo cogí sus labios dejando un beso-anda, duchate tranquila que yo lo haré en mi baño, preciosa.

-Gracias-me dijo sonriendome al separarnos y después de vestirme, salí de su habitación para ducharme yo también.

No tardé nada en ducharme y bajar a desayunar, donde estaban mis padres y le hice un café a Dalia esperando que bajara mientras le decía a leonor que ninguno de los dos iba a comer en casa.

Ella bajó ya vestida y sonreí tendiendole la taza.

-Gracias, ¿me pasas el azúcar?-me preguntó.

-Ya la tiene.

-Pero si no sabes cuanto...-la corté.

-Una cucharada y media-le dije sonriendo superior y ella sonrió rodando los ojos.

Todos rieron al escuchar nuestra conversación.

-Ven anda Siéntate con nosotros-le dijo mi padre señalando el sitio a su lado y ella se sentó.

-No se ha despertado mi padre aún?-preguntó.

-No, pero no te vayas a preocupar por eso, tu sal y disfruta hoy y deja las preocupaciones en tu habitación-le dijo mi madre y ella asintió suspirando.

Su teléfono sonó mientras yo me sentaba y el nombre de saúl apareció en pantalla, ella lo cogió rápidamente de la mesa y se levantó.

-Vuelvo en un momento-dijo poniéndose seria mientras salía de la cocina.

Yo suspiré, me dolía demasiado que los problemas siempre la estuviesen persiguiendo y decidí hablarlo con mis padres.

-Voy a pagar la deuda de manuel-les dije y ellos dejaron de comer para escucharme-no le digáis nada a ella, pero cuando volvamos luego hablaré con el, estoy harto de verla así.

Mi madre acarició mi brazo y yo la miré.

-Pablo, me parece genial cariño-me dijo y yo asentí.

-Pero no le digáis nada a ella, se que de mi no lo aceptaría nunca, por eso a él le diré que le cuente cualquier cosa-les dije-por supuesto con la condición de que ella tiene que volver a estudiar de inmediato y tiene que dejarla en paz-les dije.

-A mi tu no me engañas, tu te has enamorado!-dijo mi padre sonriendo y yo asentí tímido.

Era la primera vez que hablaba con mis padres de sentimientos.

-Es la primera vez que siento todo esto, pero sólo quiero protegerla y que esté bien-expliqué- y se que para ella su padre es muy importante, aunque me parezca un gilipollas.

-Es tu dinero hijo, no tienes que dar más explicaciones y a nosotros nos parece bien que la ayudes-me dijo mamá.

Poco más pudimos hablar porque ella entró a la cocina y se sentó de nuevo junto a mi padre.

-¿Todo bien?-le preguntó este y ella asintió algo desganada.

-Todo bien-dijo bebiendo de su café....

(CONTINUARÁ....)