90-Fin

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*Dalia*

~11 años después~

Hoy hacia once años que había sido madre por primera vez, porque solo cuatro años después, lo fui de nuevo, de una niña preciosa a la que le pusimos Maia y que ahora tenía siete añitos.

Leo y Vicky fueron esos bebés trampas, que eran tan buenos y adorables que te hacían querer tener como diez hijos más, hasta que maia nació, y después de ver que era todo un terremoto a diferencia de sus dos hermanos mayores, comprendimos que con cuatro contando a mi hermano, estábamos bien.

Pablo y yo nos casamos un año y medio después de que nacieran los niños, necesitábamos un tiempo para acostumbrarnos a tener dos bebés en casa, además de Dylan que con cinco años también necesitaba mucha atención, asique retrasamos un poco la boda, hasta que el doce de junio de 2026 nos casamos en una ceremonia preciosa.

No nos fuimos de viaje de novios, sobre todo porque los niños eran muy pequeños para dejarlos con quien fuese tantos días, asique solo estuvimos un día en nuestra casita de campo, y acordamos dejarlo para más adelante, cuando los niños fuesen un poco más grandes.

-Mamá, ¿puedo ponerme esta falda?-me preguntó Vicky.

-¿No vas a estar un poco incómoda en el cole con falda, cariño?-le pregunté extrañada, porque ella adoraba ir en chándal al colegio porque siempre se tiraban en el suelo a jugar.

-Es que cómo está Pablo, pues quiere ir guapa-entró Leo a la cocina picandola, haciendo que su hermana le diese un golpe con la falda.

-¿¡Quién es pablo!?-preguntó mi marido sorprendido, que estaba haciendo los zumos de naranja para todos, yo ya sabía que a mi hija le gustaba el chico de su clase, y parecía que al niño también le gustaba ella.

-Nadie papá-dijo Vicky roja como un tomate, y en esas cosas me daba cuenta lo parecida que era a mi en todo.

Leo era una copia exacta de Gavi, de pies a cabeza era un calcado de su padre, a excepción de que había sacado mis ojos verdes, cosa que le hacía ser la versión mejorada de su padre, porque imaginaron a pablo gavi con ojos verdes, pues así era Leo. Además que en personalidad, se parecía mucho a él también, era muy competitivo, odiaba perder, y había sacado el amor por el fútbol como su padre.

Vicky sin embargo se parecía muchísimo a mi, era tan rubia como yo, sus ojos también eran verdes, y era tan vergonzosa como yo lo era y le gustaba pasar de sapercibida siempre.

Maia, por su parte, era también muy parecida a gavi, aunque estaba más mezclada, ella era la que había heredado los ojos de su padre, con ese marrón precioso que yo amaba de mi marido. A pesar de ser la pequeña era la más lista de los tres, manejaba a sus hermanos a su antojo, y también había sacado los pies de su padre, hacia maravillas con un balón de fútbol en sus pies y era la que más discutía con todos sobre fútbol, se podía pasar pegada a la tele viendo fútbol horas con su padre.

-¿Cómo que nadie? ¿Quién es ese tal pablo?-Le preguntó pablo guiñándome un ojo, la estaba chinchando porque sabía que a nuestra hija le daba mucha vergüenza.

-Es un chico de clase que ha llegado nuevo este año, y se sientan juntos-dijo Leo ganándose que su hermana le tirase una mandarina-eh! ¡Cuidado con lo que haces niña!

-¡Eres un bocas Leo! ¿Quieres que juguemos a esto? Muy bien, mamá, Leo está saliendo con Abril-su hermano justo le tapó la boca con la mano, y Pablo y yo abrimos los ojos al escucharlo.

Abril era la hija de Leire y Pedri, que solo tenía un año menos que nuestros hijos, y era preciosa, una mezcla perfecta entre el canario y mi amiga.

-¡Chivata!-le dijo su hermano.

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now