MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVI

36-A la suegra no se le dice que no

*Gavi*

Dalia casi me da un bocado en la oreja cuando le confesé que no había puesto la alarma, pero me valió la pena porque había descansado algo más y sabía que ella lo necesitaba.

-A mi no me hace gracia-me dijo seria cuando nos cruzamos ya ambos cambiados en el pasillo.

La estiré del brazo cogiendola por la cintura con una sonrisa.

-No pasa nada, amor-le dije y ella suspiró.

-Otro día deja que decida yo lo que es mejor o no-me pidió mirándome con esos ojitos tan preciosos, y yo solo asentí sin poder dejar de mirarla.

Al bajar mi madre y mi hermana le insistieron en que subiese a cambiarse que pasarían las cuatro 'un día de chicas fuera de casa'.

Mi padre y yo nos hicimos un poco los ofendidos en nuestro papel, porque nos estaban dejando 'fuera del plan', y fue bastante creíble.

Cuando Aurora y ella subieron a que se cambiara yo fui hasta mi madre dejando un beso en su mejilla contento y ella sonrió.

-Al final me voy a poner celosa yo..-dijo leonor con gracia y yo fui hasta ella dejando otro beso en su mejilla mientras la abrazaba.

Las chicas bajaron poco después ya listas, y sobra decir que Dalia iba extremadamente preciosa, como todos los días.

Ellas se fueron de casa y yo miré a mi padre poniéndome un poco tenso.

-Voy a levantar a ese imbecil-me dijo y yo asentí, mientras veía si Ivan me había escrito ya y sí.

Mi representante venia para acá con su mejor abogado.

Manuel salió de la habitación minutos después algo nervioso y caminó hasta mi con cautela.

-Gavi, quería pedirte perdón por el espectáculo de anoche con mi hija-me dijo avergonzado.

-No es a mi a quien tienes que pedir perdón-me dijo cruzandome de brazos serio.

-Losé, y por supuesto que pienso hacerlo, mi hija es lo único que tengo en la vida importante y...-rompió a llorar-todo esto para mí no es fácil tampoco, y se que ella no se merece como estoy siento-dijo llorando.

-Espero que no vuelva a ocurrir nada parecido, o te juro que te denunciaré sin pensármelo-le dije tajante.

Puede que sonase frio, pero no me lo creía y por la cara de mi padre sabía que el tampoco.

-Vamos a hablar de algo importante hoy-le dije.

-¿Con Dalia?-me preguntó y yo negué.

-Estamos solos, manuel-le dijo papá y el asintió secando sus falsas lágrimas.

Se disculpó para ir al baño un momento y yo solté el aire comprimido.

-Como de eso....ha podido salir algo tan bonito como ella-susurré más para mi que para nadie, aunque supe que mi padre me escuchó porque asintió dándome la razón.

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-¿Qué es todo esto?-preguntó Manuel cuando nos sentamos junto con Iván y Juan, el abogado, en la mesa.

-Voy a arreglar todos tus problemas económicos-le dije y el abrió los ojos sorprendido.

-¿De verdad?-yo asentí serio-¡gracias muchacho!-se levantó dispuesto a abrazarme, pero lo frené sentandolo rápido en la silla.

-Con mis condiciones-le expliqué y frunció el ceño extrañado.

Miré a Juan, y el se levantó poniendo el portátil frente a Manuel.