82-Código de hermanos

4K 228 13
                                    

*Gavi*

El pequeño esperaba una respuesta de parte de alguno de nosotros, por los ojos de Dalia sabía que tenia miedo por lo que Dylan acababa de decir, y se le acababa de caer la venda de los ojos con su madre.

Yo, sin embargo, seguía procesando la información que acababa de soltar el pequeño.

-Quizá no debería haber dicho nada, no he dicho nada, no digáis nada a mamá porfavor-pidió el pequeño nervioso.

-Dylan tranquilo, no vamos a decirle nada a mamá, puedes confiar en nosotros-le dijo Dalia intentado tranquilizarlo.

-¿Me lo prometes? Mamá se enfada si digo cosas que no debo decir-dijo- y cuando mamá se enfada pasan cosas malas-dijo con pena.

Dalia y yo nos miramos sin saber qué decir, y fui yo el que se atrevió a formular la pregunta.

-¿Qué cosas?

-Cuando se enfada me castiga sin salir de mi habitación, o me obliga a...-se calló de repente.

-¿A qué te obliga?-le preguntó Dalia.

-No puedo decirlo-dijo el pequeño y eso me puso aún más nervioso.

-Oye peque, ¿tu nunca has oído eso de los secretos de hermanos?-El negó-entre hermanos hay un código en el que se dice que no debe haber secretos, porque en los hermanos se pueden confiar más que en nadie y nunca, nunca fallan-le expliqué al pequeño y me frunció el ceño.

-Tú no eres mi hermano-me dijo encogiendose de hombros y yo hice una mueca, desde luego que yo no era su hermano, pero el si era hermano de mi novia porque era igual de cabezon que ella.

-El no, pero yo si, y él es tu cuñado, vamos, confía en nosotros-le dijo ella lo más dulce que pudo y el pequeño cogió aire nervioso.

-Ella me obliga a tomar duchas frías, o me deja a oscuras porque me da miedo...-murmuró y ya si que no pude más, la sangre se me había helado.

Di la vuelta en la primera rotonda que vi y Dalia llevaba más manos puestas en su sien.

-¿Qué te parece que hagamos una fiesta de pijamas? Vemos una peli, comemos palomitas, y después te quedas en casa a dormir y mañana desayunamos tortitas-le dije al pequeño y sonrió asintiendo.

-¡Si!-dijo emocionado- pero tengo que pedirle permiso a mamá-murmuró más nervioso.

-No te preocupes por eso, cuando estemos en casa la llamamos, ¿Quieres?-el asintió contento.

Dirigí la mirada a mi novia que tenía los ojos cargados mientras movía la pierna nerviosa, pero no iba a permitir que nos hiciesen daño, no otra vez, no esta vez.

Puse mi mano en su pierna apretandola con cariño, y queriéndole pasar seguridad para que estuviese tranquila, pero si no lo estaba yo menos iba a estarlo ella.

Pasamos por un centro comercial para comprarle un pijama al peque y algo de ropa para que tuviese en casa, buscaba también que Dalia se tranquilizase, pero no lo conseguí y cuando llegamos a casa yo fui a cambiar a Dylan mientras ella llamaba a su madre para decirle que el pequeño se quedaría con nosotros esa noche.

-¿Dalia se ha enfadado conmigo?-me preguntó cuando lo saqué de la ducha y le pasaba una toalla por los hombros.

-Claro que no, ¿por qué piensas eso?-le pregunté.

-No ha vuelto a hablar desde que bajamos del coche...-me dijo con pena y yo lo cogí sentándolo en el lavabo.

-Eso es porque está un poco cansada, vamos a hacer una cosa si quieres, vamos a ponerte el pijama nuevo, y vamos a bajar a darle muchos besos para animarla, ¿te parece?-El asintió sonriendo queriendose bajar.

Le puse el pijama con algo de dificultad, no sabía que era tan complicado vestir a un niño de cinco años, pero si, no era mala fácil porque se movía inquieto de un lado a otro.

Al final lo conseguí, y bajamos los dos donde Dalia estaba sentada en la isla de la cocina con mala cara.

Le hice una señal al pequeño para que le diese un abrazo a su hermana y eso hizo, sacándole una sonrisa dulce a mi novia.

-¿Qué pasa?-Le dijo ella dulce.

-No quiero que estés triste-murmuró él y ella le sonrió para tranquilizarlo.

-¿Triste? ¿Cómo voy a estar triste si te tengo en casa conmigo?-el sonrió a su hermana que se levantó.

-Toma, ¿Quieres buscar la peli mientras Pablo y yo nos ponemos el pijama?-le preguntó ella dándole el mando y el pequeño asintió yendo a salón.

Subimos arriba y nada más entrar en nuestra habitación la abracé dejando que hundiera su cabeza en mi cuello mientras suspiraba.

-¿Cómo alguien puede hacerle algo así a un niño de cinco años?-murmuró en un sollozo y la apreté más contra mi-nunca debí encontrarmela, nunca debí buscarla, yo ya sabía vivir si ella-me dijo entre lágrimas-y saúl...Pablo me da mucho miedo todo esto-sollozó apretandose contra mi y me mató verla así de mal, porque no era justo y porque era lo que ellos querían.

-Escucha, todo pasa por algo-le dije cogiendo sus mejillas y secando sus lagrimas- piensa en tu hermano, lo tenemos aquí con nosotros no con ella, y ahora sabemos la verdad, que ella y saul están compinchados para vengarse, no sabemos si de ti, de tu padre o de quien, pero sabemos que no es de fiar y eso es lo importante mi vida, se que te duele, pero piensa que esto ha pasado para salvar a ese enano de todo lo malo que ha tenido que pasar-le dije intentando que viese el lado positivo de todo esto, que era tener al peque con nosotros.

La abracé de nuevo acariciando su espalda.

-Te prometo que nada malo va a pasar, esto es lo mejor que ha podido pasar después de todo, y ellos mismos van a caer por su propio peso, mi niña-le dije con cariño intentando calmarla pero no lo conseguía.

Tuve que optar por la última opción, y fue llevar las manos a su abdomen y agacharme a la altura de él dejando un beso en él largo, ella llevó la mano a mi pelo peinando mi flequillo y mientras yo iba dejando besos en él, su respiración se fue relajando.

Nos cambiamos y bajamos abajo a ver la peli con el pequeño, que se acurrucó en los brazos de su hermana en cuanto nos vió, y ni siquiera veinte minutos después estaba ya dormido.

Nosotros apagamos la tele y decidimos que le pequeño durmiera con nosotros para que no se despertase solo y le diese miedo por ser un sitio desconocido.

Lo deje en medio de la cama y nos echamos los dos con él en medio, pasé la mano por su cintura acariciando su barriguita con mi pulgar y ella me sonrió para tranquilizarme.

-Te quiero-le dije en un susurro y ella entrelazó su mano con la mía.

-Yo también, mi amor-me dijo más tranquila.

(CONTINUARÁ...)

¿Qué creéis que va a pasar? Os leo!!

Buenas noches❤️✨️

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu