75-Antojo

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*Dalia*

-Alguna te tiene que gustar mas que otra-me dijo Pablo frente al ordenador y yo suspiré encogiendome de hombros.

-La que tú elijas va a estar bien, amor-le dije acariciando su pelo.

-¿Cómo que la que yo elija? Mi vida, estamos eligiendo la casa que va a ver crecer a nuestros niños, no puedes dejarme a mi eligiendo solo-me dijo haciéndose el ofendido-se lo pienso contar a tus hijos como no me ayudes-me dijo amenazándome con el dedo y no pude evitar soltar una carcajada.

-Todas son bonitas, la que tú elijas me va a gustar-le dije encogiendome de hombros y el frunció el ceño mirándome.

-A ver-dijo poniéndose detrás de mi y posando su mano en mi abdomen-¿Qué pasa?-me preguntó.

-Nada.

-Ya, y yo me lo tengo que creer-me dijo alzando las cejas.

-Todo me agobia un poco en realidad-admití en voz alta por primera vez-la carrera-suspiré-los bebés van a necesitar toda mi atención y no se si voy a ser capaz de llevarlo todo-me dejé caer en su pecho y el dejó un beso suave en mi mejilla.

-Puedes hacerla online, desde casa se te hará menos complicado, Aurora puede ayudarte y yo también existo, no estás sola y los niños van a ser tanto míos como tuyos, cuando tengas que estudiar yo me quedaré con ellos-me dijo para convencerme y yo suspiré-que más pasa, se que no sólo te pasa eso.

-No quiero ser una mantenida-dije por fin y escuché como el suspiró.

-No se porque sabía que venían por ahí los tiros-suspiré asintiendo-¿cuándo te va a entrar en esa cabecita que lo mio es tuyo?

-No puedo evitarlo, no me gust..-me cortó.

-Dalia, no le des más vueltas, mi amor el dinero no es un problema, por favor, ¿puedes disfrutar y no pensar tanto?-me pidió y yo asentí dando un beso en su mejilla.

-Perdón

-No, pero no me pidas perdón, solo quiero que lo digas de verdad-me dijo y yo asentí.

-La segunda ha sido mi favorita por ahora-le dije señalando el portátil, fui a ponerlo sobre mi abdomen para seguir viendo fotos y me paró de golpe cogiendolo con la mano.

-Ni se te ocurra apoyarlo ahí, las radiaciones pueden ser mala para los bebés-dijo volviéndolo a dejar sobre la mesa.

Yo sonreí asintiendo, y el fue pasando casa por casa, no me sentía muy cómoda pero hice un esfuerzo, al final él tenía razón, estábamos eligiendo donde íbamos a vivir.

-Entonces, las que más nos han gustado han sido la dos, la cinco y la nueve, ¿no?-yo asentí-mañana vamos a verlas, que no tengo entreno.

El se levantó para hablar con Miguel, el hombre de la inmobiliaria y yo me dejé caer en el sofá con sueño.

Aurora llegó con una bolsa en las manos y me la tendió sonriendo.

-¿Qué es eso?-Le pregunté y ella se encogió de hombros sonriendo.

-¿Dónde está Gavi?

-Arriba, ha ido a llamar a Miguel-le dije abriendo la bolsa.

Había dos bodys de bebés exactamente iguales, del barça y al darles la vuelta sonreí, el número seis y arriba ponía Papá.

-El primer regalo de los bebés no podía ser otro-le dije sonriendo levantándome para abrazarla y ella rió.

-Se le ha ocurrido a Javi, y he ido a hacerlos esta misma tarde-me dijo y yo sonreí mordiendo mi labio.

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now