29-Serás...

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*Gavi*

Solté las llaves en el recibidor y fui directo a la cocina, donde estaban Dalia, mi madre y leonor.

-¿Ya estas aquí?-preguntó mi madre y yo asentí mirando a Dalia con una sonrisa, que ella correspondió con otra para apartar la mirada algo sonrojada.

Me encantaba toda ella, y ya no podía controlarlo.

-Felicidades por el partido-me dijo leonor.

-Gracias-dije con una sonrisa-papá?-pregunté.

-Está en la terraza, con Manuel-dijo mi madre.

-Voy a saludar-avisé.

Salí de la cocina, y justo entraba Aurora a casa, asique después de saludar a mi hermana fui a la terraza, donde están Manuel y mi padre con una cerveza cada uno hablando.

-Buenas-dije llegando hasta ellos.

-Hombre muchacho, un placer conocerte, soy Manuel, el padre de Dalia-me dijo levantándose para estrecharme la mano.

-El placer es mío, gavi.

-Si, lo se-dijo soltando una sonrisa-eres un máquina muchacho y felicidades por el partido-me dijo y yo sonreí a modo de respuesta.

-Que tal el vuelo?-me preguntó mi padre.

-Bien, como se encuentra usted?-Le pregunté a Manuel.

-Por favor hijo, tuteame-me pidió y yo asentí sonriendo-algo adolorido aún, pero aquí me estan cuidando muy bien.

-Pues claro que si hombre, ya verás que en unos días estás ya perfecto-le dije mi padre.

-Si..eso espero-dijo-voy al baño un momento-dijo saliendo de la terraza.

Yo miré a mi padre a la vez que el me miraba a mi.

-No me gusta nada-me dijo soltando un suspiro-tiene algo que no...

-A mi tampoco, y eso que ni le conozco-le dije.

Tampoco pudimos hablar mucho más, porque leonor salió avisando que la cena estaba lista asique entramos dentro.

-Dalia sube a cambiarte hija, que vamos a cenar-le dijo mi madre y ella asintió.

-Si, no tardo nada.

La vi subir las escaleras, y no pude evitar poner una excusa mientras todos se sentaban en la mesa.

-Yo voy a subir a cargar el móvil mientras cenamos, ahora vengo.

Toqué a la habitación de la rubia y abrí la puerta cerrando detrás de mi.

Estaba en ropa interior y me tiró la camiseta que tenía en la mano mientras intentaba taparse.

-Pablo! No entres sin llamar!-me dijo avergonzada y yo sonreí.

-Perdón perdón!-dije dándome la vuelta y sonreí para mi, si ya era preciosa vestida en ropa interior lo era aún más.

-Dame la camiseta!-me pidió y yo reí.

-En qué quedamos? Miro o no miro?-pregunté burlón y ella se acercó por detrás quitandomela de las manos.

-Ya estoy-dijo y cuando me giré, estaba justo detrás de mi.

Agarré su cintura pegándola a mi cuerpo y posé un beso en sus labios.

-Que vergüenza-dijo sonrojada cuando nos separamos.

-No tienes que tener vergüenza conmigo, preciosa-le dije intentando darle seguridad y ella sonrió sonrojada.

-No puedo evitarlo-dijo encogiendose de hombros y yo sonreí pegándola más a mi.

Pasó sus brazos por mi nuca y dejó un beso demasiado corto en mis labios.

-Vamos para abajo-me pidió dándose la vuelta y yo suspiré sin apartar la vista de su precioso culo.

Cuando se giró, me pillo de lleno y se volvió a sonrojar haciéndome reir mientras me daba un golpe en el brazo.

-Serás...-me dijo y yo cogí su brazo pegándola a mi dándole un beso en condiciones mientras posaba las manos en su culo apretandola contra mi.

-Soy un tonto que no puede dejar de mirarte, te vale?-le pregunté y ella sonrió-y ahora para abajo o te tumbaré en esa cama y te quitaré toda la vergüenza de golpe, rubia-le dije cogiendo su mano.

Ella bajó, y yo dejé mi móvil cargando para bajar después de ella.

Me senté en el único sitio que quedaba libre, que era al lado de Dalia en frente de nuestros padres.

-Bueno y ahora a comer-dijo mamá.

-Y como es ser futbolista gavi?-me preguntó Manuel.

-Para mi un sueño hecho realidad, desde pequeño quería triunfar en el barşa-dije.

-Es increíble el potencial con la edad que tienes, veinte no?-preguntó.

-Diecinueve-corregí y el asintió.

-Tiene tu misma edad entonces, hija-le dijo a Dalia y ella asintió sería, como si no quisiese participar mucho.

-De hecho, nacimos el mismo dia-le dije a su padre y el abrió los ojos sorprendido.

-Vaya coincidencia-dijo y yo asentí.

-Prepararemos una buena fiesta para el cumpleaños de ambos-dijo mi madre mirándonos con una sonrisa.

-Claro, por supuesto-dijo él con una sonrisa.

Miré a Dalia, que estaba muy poco participativa, y puse mi mano en su muslo de forma disimulada.

Ella posó su mirada sobre mi y apartó ligeramente mi mano.

Su padre siguió halagandome el resto de la cena, de forma casi exagerada, y cuando intentaba que su hija participara ella solo contestaba con monosílabos hacia él, ni siquiera le miraba casi a los ojos.

Ayudé a recoger la mesa y después mientras los mayores tomaban el postre Dalia entró a la cocina, asique fui tras ella encontrándola recogiendo.

-¿Que te pasa?-Le pregunté y ella dirigió su mirada hasta mi.

-Nada-me dijo con una sonrisa forzada.

-Dalia, te conozco

-solo estoy un poco cansada, esta noche he dormido muy mal-me dijo y yo sonreí mirando hacia la puerta de la cocina.

Como vi que no venía nadie la abracé por detrás y posé un beso en su mejilla apretándola contra mi.

-Me has echado de menos?-le dije y ella sonrió apartándose un poco de mi nerviosa.

-Más de lo que me gustaría admitir-me confesó y yo sonreí.

-Yo también-le admití y ella sonrió mientras yo empezaba a ayudarla a recoger...

(CONTINUARÁ...)

Hoy vais a tener varios capítulos!!❤️😚

MUNDOS OPUESTOS-PABLOGAVIWhere stories live. Discover now