Capítulo 16. Vacaciones, por fin

622 59 0
                                    

El timbre suena y pienso: «Jódete que hasta el mes que viene no te tengo que escuchar de nuevo.» Cruzo el pasillo pero primero me detengo en la sala de música. Le echo una última hojeada al piano y me percato de que Niall está guardando algo en una de las estanterías. Se da cuenta de que estoy ahí y bromea:

-¿Espiándome? -me giro, idiota te ha hablado a ti. ¡Hessa!

-No... yo sólo quería, es decir venía a ver... -él se ríe.

-Tranquila, Hess, lo sé. -sonrío y él hace lo mismo. -Pero yo que tú no le mencionaría a nadie que has hablado conmigo. -frunzo el ceño.

-¿Qué quieres decir?

-La última vez que te mencioné, Harry y yo nos pegamos, no sé que te haría a ti si hablases de mí. -¿está insinuando que Harry me pegaría? Eso me produce escalofríos. No. Harry jamás haría algo así.

-Yo no tengo por qué ocultar a nadie con quién hablo. -él se encoge de hombros y me lanza una mirada compasiva. -Felices fiestas, Niall.

-Igualmente, Hess. -me voy pero sigo pensando en ello, ¿se pondría Harry hecho una furia si mencionase a Niall? La verdad es que no lo entendería, no somos amigos del alma pero aún así no hay nada de malo en que hablemos. Decido no darle más importancia de la que tiene y deseándole felices fiestas a todos llego a la salida atestada de gente: llueve de nuevo. Me despido de Blaire, a la que ya dirijo la palabra, y abro el paraguas, es de Peppa Pig pero a mí me hizo mucha gracia cuando Dustin me lo compró así que por eso lo uso. Me despido una última vez de algunas personas más y emprendo mi camino. Mi primer día de vacaciones, Dustin me prometió ir al cine a ver una zombies, ¡planazo!

-¡Hessa! -me giro. Harry me sigue con una sonrisa. Sonrío, se está empapando.

-Tú no vives por aquí.

-Lo sé pero te quiero acompañar. -sonrío nuevamente y asiento. Alzo el brazo para que el minúsculo paraguas le cubra pero él se aparta. -No pienso permitir que me vean con ese paraguas.

-¿Perdona? Este paraguas de Peppa Pig es bien bonito, que me lo regaló Dustin.

-Es muy rosa y muy de niña para un chico malo como yo. -enarco una ceja.

-Harry, tú eres una tía en un cuerpo de tío.

-¿En qué te basas para decir eso?

-Oh,  vamos, eres sensible, atento, detallista...

-¿Yo? -finge sorpresa. -Yo soy un malote de cojones. Tanto que me estoy mojando y ni me quejo, tú en cambio necesitas tu paraguitas de Peppa Pig porque sino se te encrespa el pelo, ¿no? -sonrío como dicindo: "Vale, tú te lo has buscado".

-¿Has insinuado que soy una niña tonta? -asiente con orgullo. -Pues mira tú por dónde yo también puedo mojarme sin que pase absolutamente nada. -Aparto el paraguas y lo cierro. Veo un charco, va a terminar hecho un Cristo. Corro hasta él con cuidado de no caerme y me mira. Niega repetidamente pero yo ya he chapoteado hasta mojarlo.

-Tú lo has querido. -sale detrás de mí y no sabéis lo difícil que es huir de un chico atlético que corre más que tú y encima evitando los charchos y con cuidado de no caerte. Pero como Patosa hace acto de presencia Hess acaba en el suelo. Harry intenta frenar pero se termina resbalando, ya lo decía mi hermano, todo lo malo se pega.

-Harry te has caído encima de una mierda. -miento con el rostro descompuesto. Al que se le descompone es a él. Levantándose rápidamente busca indicios de mierda de perro y suelta una risa sarcástica cuando se da cuenta de que le he mentido. Me tiende la mano para ayudarme a levantarme y la acepto. De repente me suelta y me caigo en un charco. ¡Viva la lluvia, el agua y la preciosísima Madre Naturaleza! Control Hess, respira. Me vuelve a dar la mano pero dudo lo miro y asiente.

Eternal ▴ H. S [EDITANDO]Where stories live. Discover now