Capítulo XVII

1.1K 49 23
                                    

— ¡Gemma! ¡Oh Dios mio santo! Tus padres nos dijeron que andabas aquí internada. ¿Cómo nunca pudimos darnos cuenta de lo jodida que estabas? — la voz de Dova retumbaba en mi cabeza y hacia eco.

Sus hermosa melena amarilla se movía de un lado a otro mientras hablaba, haciendo un total caso omiso a la presencia de Donato. Gracias a Dios.

Sus brazos me apretaro en un fuerte abrazo algo reconfortante, pero doloroso. No sabía cómo mirarlas a ambas, me sentía mas expuesta que nunca. Con mis recientes moretones morados y verdes, con mis cicatrices mas expuestas que nunca, yo no quería que me vieran así, siempre me habían recordado lo muy "valiente" e "inteligente" que era, pero estos actos son muestras de cobardía y brutalidad. Y la verdad, no quería dejar de ser así.

Nubia me abrazó después con algo menos de entusiasmo, la verdad es que las tres nos queríamos unas a otras, pero mi roce con Dova era un poquitín mas profundo.

La morena con ojos verdes oscuro, -Nubia-, no tenía ni una pizca de juzgar nada por ahora, y Dova se la pasaba manteniendo su vista en mis manos y hallando mas cosas que ahora eran tan obvias.

— Yo me he preocupado — dijo Nubia, su voz ahora si era mas entusiasmada. — Pero... por alguna razón, ya lo veía venir —

— No es cierto, Gemma. Debiste ver su rostro pálido cuando se había enterado.

— Me puse pálida porque lo veía venir — bufó la morena y rodó sus ojos.

Incluso en este momento, estaba fuera de la conversación. Increíble.

— Idiota — murmuró Dova.

Volteé y noté que Donato no se había movido, y su mirada iba de mis amigas a mi, como estudiando qué tipo de relación era la que teníamos nosotras tres. Nunca le hablé de Dova o de Nubia a Donato, así que esto debía ser en parte una sorpresa.

Sus ojos azules oscuro volvieron a mis ojos pidiendo urgentemente una explicación, había algo extraño en su mirada. Era cálida y fría al mismo, como casi siempre, pero había algo extra, algo que no estaba antes.

— ¿Y quién es él? ¿¡Ya te conseguiste novio!? — habló Dova con algo de burla.

Ella y sus continuos comentarios hirientes. Negué rápidamente y Donato se quedó totalmente estático, me daba miedo que no estuviese respirando.

— Él es Donato, un... un... compañero de aquí — finalmente hallé mi voz.

Donato asintió y estrechó su mano a mis dos amigas. Nubia se ruborizó un poco bajo la mirada del muchacho y una punzada de terribles celos me llenaron. Y no iba a buscar el porqué estaba alguito celosa. Cualquiera de ellas es mejor que yo. Yo no soy un partidazo.

— Supongo que ustedes estudian con Gemma — la voz ronca de Donato me envió un poco de calma. La calma que necesitaba desesperadamente.

Ambas asintieron, una mas tímida que la otra, una mas entusiasmada que la siguiente.

— ¿Le has hablado de nosotras a tu... compañero? — musitó Dova.

Y me arrepentí por dos segundos de nunca haber ni siquiera nombrado a mis dos mejores amigas frente a Donato.

Sabía que ambas iban a sentirse con mi respuesta negativa, la verdad es que ahora me siento tan culpable.

— La verdad es que no — respondió Donato por mi, lo cual agradecí inmensamente ya que no quería dar las malas noticias.

Y ahora que lo pensaba, odiaba las noticias, buenas o malas siempre traía. una maldita consecuencia que desagradaba.

El rostro de Nubia se volvió una pintura fresca llena de decepción, si, bueno... algo como hablar de ella con otras personas era importante para ella.

Cut Room - A.P Ávila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora