Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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— Joonie~ — gimió el de cabellos dorados al sentir la primera embestida, tan lenta. Sus piernas delgadas temblaban, una en cada lado de las caderas del moreno que se encontraba encima de él. Sollozos salían de sus hinchados labios al sentir cómo las embestidas se hacían más constantes en su interior, aferrándose a los brazos flexionados junto a su cabeza.
Namjoon observaba encantado las expresiones del menor, disfrutaba ver cómo esos ojitos se cerraban por momentos, luego volvía a ver cómo se abrían y lo miraban fijamente por cortos segundo que para él eran eternos, eternidad que sin duda alguna estaría dispuesto a llevar consigo.
Los gemidos por parte del menor se hicieron más fuertes con los minutos que pasaban. Kim quitó uno de sus brazos del lado de la cabeza de jin, para llevarlo hasta la cintura del menor y levantarlo un poco; haciendo que su pene vaya aún más profundo, sacando así un fuerte gemido del menor, esto junto a una vista de ese rubiecito retorciéndose, intentando enderezarse un poco pero siendo detenido por el moreno.
— N-no puedo... A-ah. — Soltó el rubio tras haber aguantado ya bastante tiempo para él. — V- Va a salir, J-jonnie. — Susurró refiriéndose a la pronta llegada de su orgasmo.
— Hazlo. — Respondió el moreno tomando entre su mano derecha la mandíbula del menor exhausto entre sus brazos.
Solo faltó que dijera eso para al instante sentir la tibia corrida de su menor en el abdomen. Sintiendo los espasmos en el cuerpo contrario se acercó al rostro del menor, dejando la boca de este justo en su oído, para así poder oír tan de cerca esos preciosos gemidos, cerró los ojos disfrutando de ese momento.
Pero aún no acababa.
Salió del menor suavemente. En busca de una nueva posición, puso a este de lado. Colocándose detrás de él, metió de nuevo su miembro, estando en esta posición si que podía llegar profundo y esto lo podía sentir perfectamente. Levantó la pierna derecha del menor con facilidad, dejándola en el aire siendo sostenida por debajo de la rodilla.
Cuando empezó a moverse hizo las embestidas un poco más rápidas que las anteriores, tratando de que estas no sean demasiado para el sensible muchacho. Claramente los gemidos no se hicieron esperar, estos haciendo juego con el sonido chicloso que se escuchaba en la habitación, acompañado de esa respiración agitada.
Así hasta que el moreno quedó completamente satisfecho y el rubio completamente exhausto.
Namjoon se levantó de la cama comenzando a vestirse mientras miraba el cuerpo desnudo frente a él, viendo como este se reincorporaba aún con la respiración inestable, viendo como este buscaba con la mirada algo con lo cual cubrirse. Namjoon al notarlo le pasó rápidamente la manta de color blanco.
