Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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—Ella empezará a quedarse aquí contigo desde hoy, yo tendré que empezar a salir por un par de días —empezó explicando el moreno luego de unos minutos en silencio.
Ambos estaban probando el primer desayuno preparado por la nueva habitante de la cabaña, la mujer había preparado un desayuno bastante completo, huevos, tostadas, tocino, avena con frutos rojos, y juego de mora a petición de Jin. Era muy buena en la cocina.
El rubio parecía tan entretenido con el gran desayuno que tenía en frente que ni siquiera se molestó en dar una minúscula respuesta al moreno.
En unas horas el de piel morena ya se encontraba en su oficina, solo para dar un vistazo, pues tenía pensado buscar a Choi, quien definitivamente estaba en la ciudad. Debía buscarlo y brindarle su completo apoyo en la búsqueda de su hijo, aparentar preocupación por la situación para que por ninguna razón se pusieran sospechas sobre él. Esperaba que no fuera difícil, había desaparecido al mismo tiempo que el rubio y ahora aparecía días después, pero daría su mayor esfuerzo en la actuación.
Cuando se levantó de la silla y empezó a acomodarse la corbata de color negro que llevaba ese día la puerta fue tocada, y posteriormente fue abierta tras haber dado la autorización para que cualquiera que estuviera tocando la puerta entrara.
Se sorprendió un poco al ver a Choi parado frente a él, no lo esperaba, pero supo disimular su sorpresa.
—Amigo, no pensé verte aquí —empezó diciendo el moreno, y se acercó hasta el otro hombre presente a darle un cálido y amistoso abrazo, con el objetivo de empezar a transmitir esa falsa preocupación que quería dar —. Me enteré de lo de Jin, lo siento mucho, pero sabes que estoy aquí para cualquier cosa —dijo durante el transcurso del abrazo y aun cuando ya lo había terminado —. ¿Cómo van las cosas con la búsqueda? —preguntó para ya permitirle a su socio que hablara.
—No se que hacer, estoy desesperado, lo hemos buscado por todas partes, Namjoon, es como si la tierra se lo hubiese tragado —contó el hombre con voz quebradiza. Tenía bajo sus ojos unas ojeras bien marcadas de color oscuro, tenía un poco de barba saliendo y su ropa no se veía tan perfecta y pulcra como se le veía antes.
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