Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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Iban a ser las 3:00 de la tarde del mismo día, Jin quería tomar una siesta y le había pedido a su mayor que le acompañara al menos hasta que conciliara el sueño; más sin embargo algo le carcomía la estabilidad de sus pensamientos.
Estaba sentado en medio de la cama con sus piernas formando una "W", mirando a un punto fijo, sin ninguna otra expresión más que fruncir el seño de vez en cuando. El moreno sentado junto a él en la orilla de la cama se percató de la actitud del rubio una vez terminó de quitarse los zapatos.
—¿Qué ocurre? —preguntó sin preocupación, solo quería saber que ocurría con el menor para que estuviera actuando así.
—Prométeme que no te enojarás conmigo, Jonnie. —Pidió dirigiendo su mirada hacía los ojos contrarios.
—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó un poco más alterado; pues para que Jin estuviera así tenía que haber ocurrido algo serio.
—E-el doctor Lee me preguntó muchas cosas extrañas que no tenían nada que ver con mi tobillo —empezó contando.
Kim pasó con desesperación e inquietud su mano por su propio cabello; peinandolo hacía atrás y su empezó a mover su pierna de arriba a abajo de forma repetitiva. Acunó el rostro contrario entre sus manos y le incitó a continuar hablando.
—Me preguntó que somos, le dije que eres amigo de papá y me preguntó con mucha insistencia qué hacía tan lejos de mi padre con su amigo. Insistió bastante, le dije que no quería hablar de eso pero siguió insistiendo, tuve que decirle que te diría que me estaba molestando y solo así se detuvo —contó apresuradamente que a duras penas se le entendió lo que dijo—. Estaba muy raro, y muy alterado, Jonnie.
—¡Maldita sea! —gruñó poniéndose de pie y pasando sus dedos entre sus cabello con brusquedad.
—No te enojes conmigo, Jonnie —volvió a pedir estando ahora de rodillas sobre la cama.
—No estoy enojado contigo, precioso, solo me molestó lo que me contaste, pero te agradezco que lo hayas hecho, ¿bien? —Después de depositar un beso en los labios del rubio caminó hasta el closet en la habitación y empezó a meter en una maleta la mayor cantidad de prendas que cupieran en la misma—. Mi vida, necesito que te cambies, ayúdame con eso, y recuerda que no debes afirmar tu tobillo, entonces cámbiate sentado, o solo cámbiate la camiseta. —Entregó al menor las prendas y al instante tenía el teléfono celular contra su oreja. Mismo aparato que dejó tirado en la cama al darse cuenta de que Jeon no le tomaría la llamada y salió de la habitación para dirigirse a la habitación vecina.
Unos minutos después y Jin ya se encontraba cambiado, y solo estaba esperando a que el moreno regresa. El sonido de una llamada entrante interrumpió la espera, Jin se cuestionó por unos segundo sí contestar o no, en la pantalla brillaba la palabra "Jeon", supuso que sería importante así que sin más que pensar contestó.
