Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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Varios minutos de juegos previos habían pasado, Namjoon estaba seguro de que Jin ya estaba listo y lo suficientemente excitado como para recibirlo. De igual forma él mismo se sentía desesperado por finalmente adentrarse en Jin, se había puesto bajo control solo porque sabía lo delicado que podía llegar a ser el chico que se encontraba con él.
Trató de separar un poco más las piernas contrarias, solo para asegurarse de que el trasero de Jin se encontrara en la posición correcta. Antes de introducir su miembro optó por besar los labios de SeokJin con vehemencia y con su mano derecha guío su pene hacia la entrada ya dilatada. Junto su naríz con la del menor y suavemente empezó a a adentrarse en ese cuerpo que tanto adoraba.
Un jadeo salió de sus labios al sentir la tibieza de las paredes ajenas envolver poco a poco toda su extensión a medida que se introducía centímetro a centímetro. Jin mientras tanto tenía su boca abierta sin poder controlar los sonidos que de ella salían, y además echó su cabeza hacia atrás contra la cama, dejando así su espalda echa una curva. Namjoon aprovechó la piel expuesta del cuello del rubio para empezar a dar atención ahí con su boca, de inmediato empezó a mover sus caderas de atrás hacia adelante, sacando y volviendo a meter su miembro.
Los gemidos de Jin se hicieron jodidamente audibles e incontrolables. Su cuerpo era invadido completamente por temblores y espasmos igual de incontrolables.
—Me encantas, estás exquisito —murmuró el mayor entre jadeos. Su boca se encontraba al rededor de uno de los pezones del rubio, tratando de brindarle la misma atención a ambos.
Jin doblaba los dedos de sus pies y se retorcía bajo el cuerpo que tenía encima de él. Cada una de las sensaciones que estaba experimentando eran nuevas para él. Sentía su interior arder, ardía pero no se sentía mal; al contrario, se sentía muy bien.
Namjoon envolvió la cintura de Jin con su brazo derecho, y con la mano izquierda sostuvo las muñecas de Jin por encima de la cabeza de este. Tenía a ese cuerpo menudo y bonito totalmente a su disposición. Amaba la manera en la que Jin reaccionaba a los estímulos que se le eran dados, y ni hablar de los encantadores sonidos placenteros que se escapaban de esos labios rojos, carnosos y jugosos.
La boca del menor fue devorada luego de unos minutos de solo recibir atención en los pezones. El moreno besaba con afán la boca contraria, de vez en cuando apresaba con sus dientes el labio inferior de Jin, haciendo que este se tornara un poco más rojo por la presión aplicada.
Sentía como su miembro era apretado cada vez más por las paredes anales del menor, dándole a entender que Jin pronto llegaría al orgasmo. Aceleró un poco sus embestidas solo para que el orgasmo de Jin llegara más rápido.
Pronto un fuerte gemido se escuchó en toda la habitación y los espasmos en el cuerpo de Jin aumentaron al haberse corrido. Su respiración sonaba agitada y sus piernas no dejaban de temblar.
En ningún momento del fuerte orgasmo de Jin el mayor detuvo sus movimientos; los detuvo cuando notó que el orgasmo de Jin había concluido solo para girar al menor ágilmente. Acostó a Jin boca a bajo, levantando su trasero respingón por un momento para meter justo debajo de la cadera una almohada. De esa forma la almohada ayudaba a que solo el trasero del rubio quedara levantado. Volvió a adentrarse en él, haciendo que con su peso se creara una fricción entre la almohada y el pene de Jin.
