Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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Un par de kilómetros antes de llegar al prestigioso Hotel Golden Eternity, se estacionó en la orilla de la carretera.
—Ponte esto, bonito. —Ofreció al rubio sentando en el asiento del copiloto un abrigo largo de color negro. El abrigo le pertenecía al moreno, pero quería que Jin pasara un poco desapercibido, la temporada de ese momento hacía que las personas vistieran con ropa abrigada, y Jin estaba abrigado solo de la cintura para arriba; abajo tenía puesto uno de esos diminutos shorts que Nam amaba y odiaba a la vez. Después de ayudar al rubio a ajustarse el abrigo, igualmente le puso lentes oscuros de un tamaño un poco grande; para que así la característica que más resaltaba de Jin; sus ojos, pasara desapercibida y por último cubrió los cabellos dorados del chico con un gorro de lana del mismo color del abrigo y los lentes.
Puso nuevamente el auto en marcha y pronto se encontraban en frente del hotel en el que se quedarían por un corto período de tiempo. Sería un buen lugar para refugiarse de mientras; si quieres esconder algo ponlo a la vista de todos.
Cuando las maletas fueron bajadas del vehículo por el botones, el vehículo fue llevado hacía el estacionamiento por el valet parking.
Con un fuerte agarre en la mano del rubio caminaron hacía la recepción, en dónde una amable chica les esperaba con una sonrisa amigable en los labios.
—La suite, por favor —pidió el moreno al instante.
—Lo siento, señor, pero está ocupada —explicó con amabilidad la recepcionista.
—La suite, por favor —repitió esta vez quitándose la gorra y los lentes oscuros que llevaba puestos —esperaré por allá —señaló una cálida sala con algunos sillones que estaba a unos cuantos metros, y antes de caminar hacia el lugar dejó en el mostrador su American Express Centurion.
Con el mismo agarre firme en la mano del menor caminó a pasos calmados hasta uno de los sillones dobles de la sala.
—¿Nos quedaremos aquí? —preguntó Jin observando todo a su alrededor.
—Sí, por unos cuantos días, no muchos, ¿te gusta?
—Es muy bonito —se acercó al moreno no dejando ni un mínimo espacio entre sus piernas y las contrarias—. Tengo hambre —comentó apresando entre sus manos el brazo del moreno que se encontraba apoyado encima del espaldar del sillón.
—¿Te pido algo para comer aquí o esperas a que te suban algo a la habitación? —preguntó—. Ya no debe tardar —Giró su cabeza dando un vistazo rápido hacia la recepción.
—Puedo esperar... Además... —Miró con precaución a su al rededor; no quería ser escuchado—. Quiero hacer lo de la otra vez —susurró tímidamente.
Namjoon abrió con sorpresa sus ojos, no esperaba tal petición por parte del rubio. Dejó salir una pequeña risa al ver el rostro y orejas de color rojo que el rubio tenía en ese momento.
