Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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Nueve horas después de haber regresado a su departamento de soltero y nada estaba bien consigo mismo. En tan corto tiempo ya había caído de nuevo en lo que había dejado de hacer hace mucho. Media cajetilla de cigarrillos ya había sido consumida por él en tiempo récord. Las ventanas cerradas no permitían que el exceso de humo dentro de la habitación se dispersara.
En medio de la cama, Kim descansaba con los ojos cerrados, estando solo en calzoncillos, en su mano derecha tenía un cigarro a medio acabar y en la izquierda tenía la ropa interior que le robó a ese chiquillo que lo tenía de esa manera.
Tan solo habían pasado algunas horas desde la última vez que lo tuvo cerca, y ya sentía que no podía con nada más. Antes de partir de la casa de su socio no descartó la posibilidad de extrañar de alguna forma al rubio, pero no pensó que empezaría a extrañarlo tan pronto, y menos de esa manera tan peculiar que rozaba lo enfermo.
Desde que llegó ya se había masturbado quizás unas tres veces, después de cada acto una tormenta de arrepentimiento caía sobre él, pero después volvía a hacerlo sin remordimiento aparente.
El fuerte sonido del viento se azotó contra el cristal de la ventana. Kim dejó de mirar la rudeza con la que se movían las hojas de los árboles de afuera cuando el característico sonido de una llamada entrando a su celular lo hizo voltear. Acercó el celular un poco para ver de quién se trataba; era Choi.
Tras un par de timbres más terminó contestando la llamada, lo primero que se escuchó fue la voz de su socio.
—Hola, Kim —se escuchó tras la bocina del celular—. No llamaste a decir si habías llegado o no, así que entonces yo te estoy llamando.
—Siwon —respondió Kim de forma inmediata—. Llegué bastante cansado, así que me quedé dormido al instante.
—¿Qué es ese ruido? —preguntó Choi al escuchar una especie de zumbido a través de la llamada.
—El viento...
—Entiendo, te llamaba para saber cómo estabas y además de eso, Jin quiere hablar contigo.
Los sentidos de Namjoon parecieron coordinarse al mismo tiempo. Se sentó de golpe en la cama, con miles de incógnitas surgiendo en él. ¿Para qué querría hablar con él?
Lo siguiente que escuchó fue a una dulce voz saludándole, haciendo que su respiración se acelerara un poco. Sentía que estaba sudando aún cuando la fresca temperatura dentro de la habitación no podía causar eso.
—¿Hola? —se escucho por parte de Jin, quién parecía estar hablando por algunos largos segundos ya.
—Oh... —Kim trató de calmarse a si mismo y responder de una buena vez.
Creyó que definitivamente fumar tanto en tan poco tiempo le había hecho mal, pues nunca había presentado tal comportamiento nervioso. En realidad todo lo que le había estado pasando desde algunas semanas atrás le parecía extraño.
