Kim Namjoon acepta la invitación de su socio a pasar las vacaciones con su familia, Namjoon accede después de mucho insistir. Cuando su socio le hablaba de su preciado hijo menor se imaginaba a un niño descuidado y sin gracia alguna, pero lo que se...
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—¿Entonces te está haciendo una huelga de hambre solo porque le echaste una mentirilla? —Jungkook se burló.
—No pensé que le importara tanto como para que ahora no me dirija la palabra, y solo se dedique a dormir sin querer probar ni un pequeño bocado. —Jin había llorado tanto, Namjoon creía que solo se olvidaría de lo sucedido en algunas horas, pero habían pasado los días y Jin cada vez estaba peor.
—Es muy gracioso, ya decía yo que se había acoplado demasiado rápido, creo que recibió un golpe de realidad y ahora es consciente de con quien duerme todas las noches —dijo Jungkook.
—No, no es gracioso —refutó el moreno—. Te dije que trajeras contigo a Taehyung, él le cae muy bien a Jin, quizás pueda animarlo, ¿por qué no vino contigo?
—Está ocupado, hermano, no todos pueden trabajar para tí.
La presencia de Jin los interrumpió. Se encontraba de pie a unos metros de ellos, con los pies descalzos, ropa de dormir desaliñada y un aspecto en su rostro y cabello que dejaba saber que hacía unos minutos se encontraba durmiendo.
—Lárgate —le susurró el moreno a Jungkook.
—Bueno, me tengo que ir, se hace tarde. —Se levantó y emprendió camino hacia la salida.
Namjoon se dió la vuelta y trató de acercarse al menor.
—Cielito, ¿ya quieres comer? —ni bien había terminado de formular la pregunta cuando Jin ya se había dado la vuelta por dónde había llegado.
¿Acaso solo salía de la habitación para recordarle la horrible y desagradable situación en la que se encontraban?
Namjoon suspiró y con su mano peinó su cabello hacia atrás.
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Un par de horas después, Namjoon encontrándose ya un poco fastidiado con toda la situación, decidió intentar por última vez que el muchacho comiera por las buenas. Se dirigió a la habitación con una buena porción de comida y bebida en una bandeja.
—Aquí tienes, para que comas —dijo Namjoon con menos tacto que antes. Apoyó la bandeja encima de la cama, misma en la que Jin de encontraba arropado de pies a cabeza.
