48: Un leve ataque de la realidad.

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Bárbara narra:

Tuvimos que volver al hotel, porque básicamente todo en el club se volvió un gran desastre. Luego de que sonaron los vidrios, salió uno de los bailarines con la nariz sangrando, al igual que la cabeza. Tuvieron que llamar a una ambulancia y que se lo llevaran, todo el mundo se fue, y nosotros no dudamos en irnos.

Cuando me estaba duchando, empecé a reflexionar... Y tal vez no necesito un novio, puedo quedarme sola, y disfrutar de la amistad. Ya me tienen hasta la verga, porque, no necesito andar sufriendo ni llorando por alguien que nunca me amo... Entonces, solo necesito disfrutar de los buenos momentos con mis amigos, y ya. ¡SOY SOLTERA, Y HAGO LO QUE SE ME DE LA MALDITA GANA!

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Al día siguiente...

Dalia narra:

7:10 am.

Desperté con una jaqueca del tamaño del planeta tierra, las punzadas se hacían cada vez más fuertes, tuve ganas de tomarme un Ibuprofeno, pero me resolví con una Aspirina. Fui al baño y me lave los dientes, luego me peine un poco el cabello y salí de la habitación inconscientemente.

No sé porque salí, simplemente lo hice. Camine por el pasillo y baje por las escaleras, mi mente estaba en blanco, simplemente me dirigía a alguna parte. Me encontré en el lobby y pase por el pasillo, camine, deje atrás el gimnasio y deje de caminar en cuento me encontré con la pequeña terraza. 

Estaba sola y ligeramente iluminada con el sol. Me pare enfrente de la baranda y me apoye en ella, viendo las olas cayendo en la arena. El clima de hoy parecía perfecto. Según Josa estaríamos todo el día en la playa, un día tradicional en la playa. Jugando voleibol, con con el Frisbee, nadando en el mar, o tal vez tomando agua de coco (Que a mi no me gusta, pero no me importa)

Pero solo quise despertarme y hacer mi caminata rutinaria por el hotel, venir aquí y ver la playa. A esta hora normalmente está Matt aquí, pero no está, eso me extraña un poco.  Me despego de la baranda que nos separa del exterior y me siento en una de las sillas.

Luego de eso, siento unos dedos en la parte superior derecha de mi espalda, mejor conocida como mi hombro derecho... Volteó con esperanzas de ver a Matt, pero no encuentro a nadie. Me volteó de nuevo, y después de dos segundos más o menos, siento de nuevo los dedos tocándome, esta vez en mi hombro izquierdo... Vuelvo a voltear... Nadie.

Hasta que volteo y veo que Matt se encuentra justo a mi lado, y hace que me sobresalte en la silla. Contuve un grito espontáneo, solo con suerte.

- ¿Donde rayos estabas?- le pregunto, estupefacta.

- Guardare eso como un secreto. Porque logre asustarte.- contesta él, con una media sonrisa.

- Solo un poco.

El me saluda con un beso y luego se sienta en la silla que está delante de mí.

- ¿Como has estado?- me pregunta, como si nunca me hubiese asustado.

- Bien. Aún no supero lo que paso ayer con los bailarines.- le contestó.

- Si lo sé, fue aterrorizante.

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Más tarde ese mismo día...

Bárbara narra:

Salí del baño, y fui la última en hacerlo, deje mi cabello rizado suelto y me puse mis chanclas, ya que solo íbamos a bajar y pasar el día en la playa. Enseguida termine de arreglarme, salimos de la habitación y bajamos por el ascensor. Un escalofrío pasó por mi cuello, ya que literalmente estaba semidesnuda, y el frío en el ascensor, no es normal.

Cuando salimos del ascensor empezamos a correr mientras los demás nos esperan cómodamente en la playa. Cuando salimos a la playa, Dalia y yo nos juntamos para agarrar unas sábanas ( O manteles, no sé que exactamente era eso) y las ponemos en la arena y ponemos cosas encima para que no se vuele ni hagamos un desmadre en la playa.

Me quito el short que llevo puesto y enseguida tuve que corre hacia el mar, en donde ya están Ashley, Zoe, Ocarelis, Yoliana, Pablo,  Javier, David, Anavi y Josa. Corro y cuando el agua me llega hasta los muslos, me sumerjo hasta lo más profundo que puedo, me quedo con poco aire luego de unos diez segundos y salgo a la superficie de un salto.

Jadeo un poco y empiezo a patalear. El agua es cálida y transparente, y el sol no hace que me arda la piel, así que todo está bien. El viento es frío, pero no hace que me congele. Tomo aire nuevamente y me sumerjo de nuevo, el agua sigue estando calida aún así en la superficie.

Me limito a a abrir los ojos y cerrarlos rápidamente y a quedarme quieta, hasta que siento que puedo morir ahogada y vuelvo a la superficie...

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Dalia narra:

Me recuesto sobre las sábanas y cierro los ojos, y contengo un poco las ganas de ir y lanzarme al agua. Pero no puedo, así que estando acostada, me quito los shorts y la camiseta blanca que llevaba, los puse a un lado y me levanté y corrí hacía el mar como si no hubiera un mañana. Camine hasta que el agua me llegó a los hombros, después de allí me hundí en lo más profundo, con los ojos cerrados.

Luego vi la superficie, y luego vi el cielo.

Unas nubes grises amenazaban en flotar hasta nosotros y dejar caer una lluvia. No lo entiendo, haces unos veinte minutos el cielo estaba perfecto y ahora, lo único que nos espera es una lluvia o llovizna. 

- ¿Ahora va a llover?- pregunto, casi protestando.

- Supongo que si, es decir, hace un rato el clima era refrescante, ahora solo es lluvia.- me responde Pablo, y me sorprende que lo haga de manera amable, porque él nunca ha sido así, y menos conmigo.

- Si, pero yo no pienso irme si llueve.- dice Barb.

- Yo tampoco, ya me moje, así que no me importa si llueve.- comenta Ashley, sacudiendo su cabello de aquí para allá.

No faltaron muchos minutos para que empezaran a caer lluvias pesadas y grandes. Las gotas me aporreaban la nuca y los brazos. Pero aunque me dolía, la mezcla de frío de la lluvia y lo caliente del mar, se sentía bien, me sentía muy bien.

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Bárbara narra:

La lluvia era fría y hermosa. Esto me hizo ser feliz, sabes, ese sentimiento de felicidad que muy pocas veces alcanzas. Esa felicidad que te une con la naturaleza y con lo que hay en el alrededor, la que te hace respirar profundamente y la que te hace disfrutar el momento, la que te hace sonreír de manera espontánea, y la que llena tu cuerpo de emoción, nostalgia y felicidad.

Supongo que en este momento, me siento infinita...

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Y de nuevo:

Gracias! :) 

Hermanitos. (TERMINADA)Where stories live. Discover now