¡60!: Supermercado.

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Cuando desperté, el dolor de espalda era terrible, me dolía desde la parte central de la cadera, hasta la parte media del cuello. Y creo que esto de dormir en el suelo no va conmigo. Me levanté como pude del suelo, y por primera vez en este viaje, siento que las cosas están normales. Que no hay fiestas de las que acordarse, o cosas pendientes, o problemas por resolver, o peleas por ver. Todo parece en completo control y en excelentes condiciones. 

Fui al baño y me cepille el cabello, y también los dientes. Y por primera vez no sentí una carga enorme en los hombros, sino más bien la bonhomía de la vida. 

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Más tarde cuando todos se despertaron. Todos nos duchamos ya que íbamos a hacer algunas compras en el supermercado más cercano. Algo parecido a Walmart, pero un supermercado normal de San martín.

Yo me puse la sudadera que me dejo Matt ayer y unos vaqueros de mezclilla, además de mis tenis. Salimos del hotel como pudimos. (Creo que tengo que decir que en realidad fuimos TODOS, no nada más los de mi habitación) Y nos montamos en el autobús.

Todo parecía tranquilo, y el ambiente o el clima parecía perfecto.  En efecto, parecía como si hubiésemos recién llegado de Venezuela, Yoliana estaba grabando como siempre, las chicas parecían felices y emocionadas, y los varones bromeaban como siempre.

Anavi está sentada a mi lado, y ella parece feliz.

- Creo que hoy va a ser un buen día.- le digo.

- Si, yo tambien tengo esa creencia en mi cabeza.- me contestó, con una sonrisa, aunque parece sarcasmo, le creo.

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Cuando llegamos al supermercado, hay poca gente, lo que me sorprende por la hora. (Son las 9:50 am) Te preguntaras porque venimos al supermercado si tenemos un hotel que nos hace la comida a las 24 horas.

Respuesta: Pues, se supone que pasado mañana vamos a acampar.

Exacto. ¿Pero para qué vamos a acampar si tenemos un hermoso hotel con todo pagado y un excelente servicio a la habitación?

Respuesta: Realmente no sé la respuesta con exactitud, pero la verdad es que somos unos loquillos sin remedio.

Entramos en los pasillos, yo estoy con mi grupo de amigas y con algunos muchachos como Mujica, Pablo y Diego. Estamos en el pasillo de dulces, comestibles, snacks, galletas y frituras. Y tengo una sensación de que la mayoría de las cosas que nos vamos a llevar van a venir de este pasillo.

Y es que este pasillo parece un paraíso.

Pero es que desde que empecé a creer que lo único saludable en los supermercados eran las frutas, pues cada vez que veo una bolsa de galletas o chocolates, el estomago me empieza a doler o se me revuelve, es una reacción desagradable que tiene mi cuerpo hacía los azúcares.

Cada uno de nosotros tiene una cesta que llenar en los brazos.

Así que yo meto algunas galletas de chocolate, algunas papas de diferentes sabores y otro tipo de chips. Que es básicamente una de mis chucherías favoritas. No meto muchas cosas de este pasillo, y diganme marginal, pero prefiero comer frutas. Y además, todo el grupo va a agarrar chucherías y gaseosas, así que realmente no es de importar mucho.

Nos dirigimos ahora a el pasillo de bebidas, lo cual está llena de agua, aguas saborizadas, gaseosas, cerveza y hasta vodka y otros licores que yo ni conocía. En mi cesta metó agua, aguas saborizadas y una gaseosa. 

Y pillo a Pablo metiendo no uno, sino tres botellas de vodka en su cesta.

- No creo que deberías meter eso allí.- le digo a Pablo.

- ¡A pues! Considerando que deberíamos tener un poco de diversión, y que tu cesta da asco, creo que debería meterla.

- ¿En serio? Puedes decir algo sin ofenderme o faltarme el respeto.

- Lo siento, pero es que lo necesitamos.

- Genial. Y pensar que vamos a estar en lo alto de una montaña, lo más probable es que alguien que esté ebrio vaya por allí y de repente caiga de la montaña.

- ¿No puedes pensar en peores condiciones?- me pregunta Pablo, poniendo una mueca extraña.

- De verdad Pablo... No quiero llevar alcohol, y mucho menos que nos emborrachemos. Te lo pido, por una vez.- le ruego a Pablo, el me mira fijamente, no queriendo aceptar mi propuesta.

- Bien. Pero espero que hagamos algo divertido.

- Lo haremos, no te preocupes por eso.- le digo, sonriendo y dándole un apretón en el hombro.

Luego de eso, todos los del viaje nos encontramos en la parte más divertida del supermercado, la parte en la que venden ropa. Mi grupo entró allí mientras Yoliana grababa. Había disfraces para niños y adultos, había ropa de todas la tallas. Nos encontramos con un impermeable amarillo, Yoliana se lo puso mientras yo la grababa. Dijo que esto era para IT. Y todas nos reímos del chiste.

Pasamos más allá y nos encontramos con las tiendas para acampar, nosotras agarramos dos, pues, para nosotras. Y sonara demasiado egoísta, pero no estamos comprometidas a venir aqui para agarrar las cosas de los demás, que los demás se encarguen de sus cosas.

Lo sé, la sangre fría nos llega hasta el alma.

Salimos de al zona de disfrazes y nos centramos en el pasillo más grande, el de las frutas y el de las verduras. Estoy agarrando algunas fresas que estén bonitas y frescas. Cuando siento un fuerte golpe en mi espalda, la cual me duele mucho. Siento que el golpe viene de un objeto circular o ovalado.

Y efectivamente lo es. Es una naranja que "salió volando mágicamente" hacía mi. Hasta que veo que Yoliana se ríe descaradamente. Agarro la naranja de nuevo y la lanzó fuertemente, más por el dolor que sentí en mi espalda cuando recibi el golpe.

A ella, le cae en el vientre, como si fuera un golpe bajo y fuerte. Ella se ríe como loca desquiciada. Y sin darme cuenta, todos de repente empiezan a lanzarse cosas, tanto como frutas, como cualquier paquete de galletas o de chucherías. Pero todo acaba en cuento vemos a un guardia acercándose, y diciéndonos que salgamos de las instalaciones. 

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Hermanitos. (TERMINADA)Where stories live. Discover now