Hermanitos. (TERMINADA)

64: "Conocí a un chico"

Los minutos pasaban y a nosotros no se nos ocurría como asustar tremendamente a los que quedaban. Se supone que al avanzar las personas, subiríamos el nivel, pero ya el bosque y la montaña y todo lo demás, hacen el trabajo de asustar por si solo.

Ahora, quedamos en que Mujica se podría la chaqueta, con capucha y todo. Ya que el tiene un cuerpo más alto y su cabeza es rara, realmente la forma de su cabeza no necesita mucha explicación, es como rectangular, o que se yo.

Los chicos empiezan a hacer sonidos raros. Y Cesar C. El cual estaba al lado mío, empezó a hacer sonidos que parecían de una foca epilectica. Lo que hago yo, es darle un codazo en las costillas, allí se detiene y me devuelve el golpe, pero más suave.

- ¿Podrías hacer otro sonido?- le susurro, con ganas de gritar.

- ¿Que crees? ¿Que vengo de la selva y que los sonidos me salen facilmente?- me pregunta él, lo que hace que me ría un poco.

- No, pero has otra cosa.

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Unos minutos después , empezamos a mover la tienda de Aarón, David y Javier. La movimos fuertemente por algunos segundos, y no oímos nada de parte de ellos. Volvimos, esta vez sacudiendola más fuerte. Hasta que oímos una exclamación de Javier:

- 'Mano 'Mano.- sentimos que estaba despertando a David y a Aarón.

- ¿Que pasa maricón?- dice David con voz áspera.

- La tienda se esta moviendo. ¿No estás sintiendo?- le responde Aarón.

Allí, nos paramos por unos segundos, y allí vemos que Javier sale, asustado. Todas nos reímos en silencio, aunque nuestras ganas de reírnos en voz alta eran tan fuertes, que quedamos sin aire. Mujica está parado delante de ellos, esta vez Javier se para delante de él y su primera reacción es meterle un puñetazo a Mujica.

El cual, hizo que le sangrara un poco la nariz.

Pero Mavi se tuvo que hacer cargo antes de que le dieran una golpiza a Mujica. Me preocupe un poco por él, pero luego vi que todos ya se habían detenido y que Javier se estaba riendo de la situación.

- Son tan estúpidos. Ni siquiera estaba asustado.- dice Javier, relajando sus hombros y sonríe a medias.

- Si claro. ¿Y por qué te temblaban las manos?- le preguntó, todos se ríen un poco.

- Digamos que eso fue por la adrenalina.- me contesta Javier.

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Al final, nos volvimos a adentrar en nuestras tiendas, ya que ninguno quería ser golpeado por Pablo, porque todos sabemos que es capaz de meter un puñetazo, y si piensa que es un matón, más aún.

Así que volvimos a dormir en paz. Yo di demasiadas vueltas en la tienda hasta que encontré la posición más cómoda.

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Me desperté justo cuando estaba amaneciendo, era difícil salir de la tienda y no despertar a las chicas, lo hice haciendo maniobras que parecían posiciones renovadas de Yoga. Salí y recupere el vértigo que no había tenido desde anoche, logre equilibrar y ya después pude caminar como una persona normal en la cima de una montaña. 

Habíamos dejados cosas afuera, como vasos, y algunos cubiertos, así que me limite a guardarlos en una bolsa y dejarlos un poco más allá de las tiendas. Encontre un chorro en el que salía agua limpia y purificada, aproveche el agua y me cepille los dientes y me eche un poco de agua en el rostro y en el cabello.

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Más tarde... 

Ya en el hotel.

Bárbara Narra:

Dejo mi ropa algo desordenada en mi armario y salgo de mi habitación. Tengo planeado tomar un refresco allá abajo en el lobby. Me peino un poco el cabello antes de salir. Bajo descuidada y torpemente por las escaleras.

No sé porque estoy saliendo sola, creo que es porque las chicas si decidieron ordenar cuidadosamente su armario, a mi realmente me da lo mismo. Igual, nos queda MUCHO tiempo para irnos, puedo hacerlo esta tarde, o algún día que no tenga nada que hacer y pues me pongo a ordenar.

Cuando llego al lobby voy hacía la mesa y me siento en uno de los asientos que hay allí. Pido una gaseosa de naranja y cuando me la dan enseguida empiezo a tomarla.

Todo estaba normal hasta que un chico llega, tiene su cabello algo desordenado, lleva unos lentes puestos y un suéter. El se toma una 7up mientras yo me tomo mi gaseosa de naranja.

- Hola.- me dice, yo no me lo esperaba.

-Hola.

- ¿Nos conocemos?- me pregunta.

- Yo creo que no.

- Es que eres muy bonita.- me dice, yo sonrió un poco, con tal vez vergüenza o timidez.

- Pues gracias.

- ¿Como te llamas?- me pregunta él.

- Bárbara, pero todos me dicen Bárb.

- Ah. Pues yo me llamo Mauricio.

Me sentía incomoda pero a la vez cómoda, porque el era muy lindo, y tal vez más extrovertido de lo que me gustaría. Y es muy directo también.

- ¿Viniste de visita o vives por aquí?

- No, vine de visita.- le digo.

- Ah. Yo igual, la  verdad es que este hotel está demasiado recomendado.

- Sip. ¿Y de donde vienes tu?

- Chile.

- Ah, dicen que es muy bonito por allá.

- Si, lo es. ¿Y tu de donde vienes?

- De Venezuela.

- Me encanta ese país.- me dice él, su voz suena sincera, y sus ojos están fijos en los míos. Siento que mis mejillas se calientan y me hormiguean, tal vez porque estoy hablando con hombre que al parecer me dijo que yo era bonita, y que ahora nos estamos conociendo.

- ¿En serio? Es decir, a mi tambien me encanta, pero es que no he viajado ni lo he conocido bien.

- Pero al menos sabes como es la gente, y sus costumbres, y cómo viven y sabes como es la comida, y todo eso.

- Bueno si, tienes razón. ¿Y porque no vas? Creo que el pasaje en avión, en Chile es bastante económico.

- Lo considerare.

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Subí de nuevo, junto a Mauricio, el cual vivía o se hospedaba a dos pisos más arriba del mío. Entre a mi habitación. Y todos estaban tirados en sus camas, mirando televisión, ignorándome por completo. Me acuesto en la cama con las chicas y  les anunció.

- Conocí a un chico.

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MUCHAS GRACIAS POR LEER! No, de verdad, muchas gracias. Espero que te haya gustado MUCHO este capitulo, ya sabes que puedes comentar las veces que quieras, al igual que comentar las veces que quieras. Ustedes me motivan a seguir escribiendo.

Gracias de nuevo!! :)