Baia, baia.

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Anavi narra:

Cuando desperté en la mañana, sentí los brazos de Pablo a mi alrededor, supe que estaba en buenas manos, me sentí a gusto, recordar lo que había pasado esta mañana y la noche anterior, me hacía sentir agradecida, y feliz, básicamente eso. Tal vez Pablo sea la clave para mi felicidad.

Me comí mis palabras en cuanto a Pablo se le sale un estornudo, y las mil gotas se pegan a la parte trasera de mi cuello, deseandome haber tenido una toalla o guantes en mis manos en ese momento. Cierro los ojos con fuerza, y los vuelvo a abrir.

- Lo siento.- dice Pablo, riéndose descaradamente atras de mi. Siento una tela recorriendo mi cuello, esta limpiandome el mismo.- Ese estornudo fue mi alarma para levantarme.

- Ah, si, claro.

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Luego de dormir casi demasiado, los varones todos juntos, fueron al gimnasio "a ponerse en forma", pensé por un momento ir, pero luego recordé que las chicas y yo no hemos pasado momentos a solas estos días, y es hora de ponernos al día con todo lo que ha pasado.

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Dalia narra:

Aprovechamos que Josa y Pablo se fueron al gimnasio por algunas horas y dejaron la habitación vacía para decirles a Yoliana  a Mavi que podían venir, y así pasar algunos momentos juntas.

Cuando todas estabamos en la habitación, nos pusimos de acuerdo para hacer un "cierto tipo de mini pijamada" el plan era hacerla lo más rápida posible, para que antes que llegaran los varones, ya estuviéramos al día. Lo único que faltaba para este lío era la comida y las bebidas (obviamente sin alcohol), que es lo esencial para no terminar peleadas y de mal humor.

Así que, mi primera tarea en este tipo de cosas, era comprar la comida, así que me puse la ropa más decente que tenia puesta y corri en busca de comida y aperitivos para alimentar a estos animales que se hacen llamar "chicas".

Baje las escaleras lo más rápido que pude y me encontré a mi misma confundida en el lobby, pensando en que podría comprar para el zoológico de allá arriba. Con la plata que me habían dado, me alcanzaba para comprar algunas cosas en la tienda del hotel, fui en busca de la misma. Sentí un poco de decepción tratando de encontrar el local, porque me perdi más de una vez. Pero, logré encontrarla luego de veinte minutos perdida.

Entre a la tienda y empecé a agarrar cosas, como frituras, papitas y snacks. Además de ir a la sección de refrigeración y ese tipo de cosas, dónde agarré bebidas, como Coca- cola y una 7up para mí.

Fui hacia la caja y pagué, pensé que gastaría más dinero pero creo que gaste más tiempo que dinero como tal.

Metí las cosas en las bolsas que la cajera me había dado y volví en busca de la puerta del hotel, lo que me hizo reflexionar, porque tal vez debí haber traído unas piedras conmigo, y marcar el camino tal cual como hizo Robin Hood (creo que fue el).

Por suerte solo tardo algunos minutos en llegar al hotel, paso al lobby, y luego a las escaleras, pero cuando voy por la cuarta hilera, se me ocurrió haber ido mejor por el ascensor. Pero ya voy a mitad de camino así que solo sigo subiendo.

Cuando llego a la puerta de la habitación lo que me encuentro no es normal, Matt está sentado en la cama con las chicas, sentado como si fuera parte del grupo, como si fuera parte de la pijamada.

- Hola nena. - me dice Matt en cuanto me ve entrar a la habitación.

- Hola, Matt. - no puedo evitar poner mi cara extrañada. Y no evitó preguntarle.- ¿Que haces aquí?

- Pues, pasaba por aquí para saludarte, pero luego con que no estabas aquí, pero que estaban tus maravillosas amigas aquí.- me explica el, con una sonrisa muy sincera en su rostro.

- Lo se, son demasiado maravillosas.- noten mi sarcasmo.


No me siento enojada por esta situación, más bien me siento extrañada por encontrar a Matt tan Serca de las chicas, y que hablara con ellas como si fueran amigos de toda la vida.

Deposito las cosas en una de las mesas de la habitación y me siento en la cama junto a Matt. 

- ¿Por qué tardaste tanto?- me pregunta Barb.

- Me perdí en el camino. Tome otro camino.

- Debiste haber preguntado en el lobby donde quedaba la tienda del hotel.

- Si, tal vez.

Empezamos con ver una película, Matt nunca se fue así que nunca nos pudimos poner al día como queríamos hacerlo. Así que vimos THE BREAKFAST CLUB, un clásico de los noventa. Y una de mis películas favoritas, y al parecer también una de las de Matt.

Luego abrimos las bebidas y las frituras y empezamos a comer mientras veíamos la película.

Anavi se acerca hacia mi y me susurra algo en el oído.– Debiste ver a Matt, estaba como loco, estaba feliz con nosotras, era como si fuéramos su grupo de amigas.

Yo solo me limito a asentir con la cabeza, y tal vez Anavi siente mi remordimiento, porque agrega algo mas– Tranquila, no hizo nada mall, solo quería decirte cómo se estaba comportando.

– Está bien– le digo, esta vez yo en voz alta, para nada susurrado.

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Luego de ver la película, nos pusimos en círculo y empezamos a contar anécdotas de nuestras vidas, el primero en empezar fue Matt, empezó con una historia de cuando era pequeño, se trataba de una paliza que le habían dado en su clase de karate, y como después de eso nunca más fue a esa "maldita clase" y jamás volvió a saber algo sobre el karate.

Contó cosas que tal vez yo nunca sabría y agradezco ahora saberlas.

Yo, Barbara y Yoliana empezamos a morir de risa cuando contamos la vez en la que casi nos atropellan en la calle, el cual disfrute contar, ya que Matt estaba muy sorprendido por el estúpido y jodido suceso de hace años.

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Barbara narra: 

Cuando los varones volvieron, supe que Joda se sentía muy mal, y lo más seguro es que fuera por como lo trate el otro digo, y ahora que lo pienso, realmente fui muy ruda con el. Después de ducharse le dije que viniera conmigo a la playa, que quería hablar con el. Su cara se iluminó como el propio sol en la mañana. 

Se vistió y luego bajo conmigo, bajamos en incómodo silencio, lo que me puso más ansiosa de lo normal.

Cuando ya estábamos en la playa, el silencio fundió mi boca.

– ¿Y que me querías decir?– me toma Joda por sorpresa, sus palabras rompen el silencio.

– Pues, quería disculparme primeramente, por ser tan ruda contigo, aquel día tú solo querías hablar conmigo, como si fuéramos amigos, y yo te trate mal, y lo siento por eso.

–Wow, no me esperaba eso.– seguro que no – pero está bien, tu tienes tus razones para estar así, y lo acepto.

– Está bien. Entonces. ¿Podemos ser amigos?

– Claro.

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Hola! Gracias por leer! He tenido problemas para escribir estos días, pero aquí estoy de vuelta. Deja tu ⭐ (voto, obviooo) y tú comentario allá abajo, quiero leerte. Agrega está historia a tu lista de lectura para que no te pierdas ni un solo capítulo.

Gracias de nuevo!

:)

Hermanitos. (TERMINADA)Where stories live. Discover now