XIV. Asuntos que Placen a su Majestad (pt2)

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XIV. Asuntos que Placen a su Majestad (pt2)

-¿Qué lograste con tu viaje al plano humano Francis? - Meav podía adivinar el asomo de excitación en la cara de Alexander. Una vez Auberon hizo su salida, el Sidhe apenas pudo contener una amplia y satisfecha sonrisa.

-Varios puntos a su favor Majestad. Para empezar, Agentes de Luz y Acólitos Sombra invierten su tiempo en asuntos humanos, tratando de ver como alterar el curso de los hombres. Por ende, prestan poca atención a las ocurrencias que afectan nuestra especie. Digamos que nuestro amigo ha sido... discreto, pero no lo suficiente como para que Killian no haya notado su presencia.

Meav pausó y junto con ella lo hizo Francis Alexander. La experticia del hada oscura constaba en nunca adelantarse a los designios de la reina. Cada afirmación esperaba una respuesta y la próxima palabra en salir de sus labios estaba moldeada a los que complacía los oídos de la primera entre los hijos de Fae.

-Entonces- el dorado entrecejo de la mujer se relajó y sus sedosos y rosados labios quedaron entreabiertos-, el plan continúa acorde y nadie ha notado la ausencia del elemental de agua.

-Tales cosas pasan inadvertidas cuando tropas se desplazan sobre el mar hacia Kirkliston y Bansit tiene las manos llenas. Muchas vidas han sido confiadas a manos de un rey. Suficientes como para que el viento adverso y la hambruna no se hagan presentes. Muertos en el mar, caídos en la arena... los cuervos no descansan.

-Las Morrigan- esta vez la reina repitió la pausa dejando que su lengua humectara los labios varias veces, como un proceder que indicaba nervios. La idea de Annand y sus hermanas le perturbaba en gran manera. Las Reinas Espectrales le recordaban que había una estrecha franja entre acción y consecuencia. Odiaba la idea de alguien tomando notas de sus actos frente al Universo-. A veces envidio la forma tan fácil en que invocas ese nombre; como si no tuvieras culpa alguna.

-Culpas he de acumular cada día de mi existencia- Francis Alexander tomó la mano Meav entre las suyas para depositar en ella un beso suave, galante y respetuoso. La firmeza de sus labios hablaba de una devoción que le llevaría a traicionar todo aquello que no revolviera alrededor de ella. Tal era la necesidad de ese ser de encontrar un lugar en su mundo. Levantando los ojos a ella completó - temor sin embargo mi lady, es algo que encuentro innecesario. Tanto así que he de arriesgarme a involucrar a una de las tres en este asunto.

Meav le miró con curiosidad, a lo que Francis adelantó: -Donde Annand tiene juicio y Bansit disciplina, Mikka tiene corazón.

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-Milord, su alteza, graciosa majes...- la cantidad de títulos lanzados al aire solo podía indicar la presencia de Vinca. Auberon estaba poseso y Candanee poco pudo hacer para detenerlo. La humana de cabello color caoba sabía precisamente porque la pequeña pixie se esforzaba por hacerles retroceder. De hecho, ella misma hizo un esfuerzo por quedarse atrás solo para recibir un tirón por la muñeca que en nada fue apreciado.

De repente las ligeras palabras de Vinca y el "¡Oye!" incomodo de la humana quedó silenciado por las insistentes miradas de los presentes.

Hay pocos lugares en Aval que se consideran sagrados. Único entre ellos es el Árbol del Principio. Al árbol se le permitió ser trasplantado del plano mortal a las Tierras de Aval. Fue lo único que las hadas pudieron llevar consigo al entre-mundo -además de una cantidad considerable de egos heridos- como recuerdo de aquello que por proceder soberbio dejaron escapar de entre sus manos.

La leyenda contaba que bajo sus raíces dormían los ejércitos de Aval; cantidad incontable de seres aguerridos quienes nunca vieron un minuto de paz y por ende fueron consagrados a la tierra. En ese árbol, que alguna vez marcó los linderos de Aval en el plano mortal, separando el mundo de la magia de aquel de solo sangre y carne, se albergaban también los espíritus que daban la sensación de luz y color a ese espacio cedido a las hadas.

Círculo de las Hadas: Tierras de Aval Donde viven las historias. Descúbrelo ahora