Capítulo 34🌷

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Tomé asiento en la cama mientras intentaba calmar mi respiración y los rápidos latidos en mi pecho. Acababa de tener un ataque de pánico un poco fuerte, que me había dejado colapsada. Jamás en mi vida iba a desearle a alguien que pasara por algo así. Experimentar un ataque de pánico podía considerarse como una de las peores cosas que podían sucederle a una persona, era un momento demasiado desagradable y agonizante. Se llegaba a sentir que la respiración te faltaba, las lágrimas bajaban sin parar por tus mejillas, mientras que el miedo se apoderaba completamente de ti.

Lo único bueno de toda esa situación, fue que Eliam no se apartó de mi lado en ningún momento. Él estuvo ahí cuando sentí que el mundo se me derrumbaba por completo, él tomó mi mano con delicadeza y poco a poco, logró calmar ese inmenso miedo.

—Te he traído algo para que comas—expresó Eliam adentrándose de nuevo hacia la habitación.

Levanté un poco mi cabeza y mis ojos enfocaron a la figura que se encontraba de pie frente a mí. Era él, mi novio, mi futuro esposo, el hombre que me hacía feliz.

Agradecí inmensamente que Alisa se hubiese hecho cargo de Jaden, porque de verdad, si no estaba en condiciones de cuidar de mi misma, menos podía cuidar de otro.

—Gracias, pero... no tengo hambre.

Eliam negó de inmediato con la cabeza.

—No permitiré que dejes de comer—me dejó en claro—. Sé que estás preocupada, también yo lo estoy. Pero quiero que estés bien, necesitas estar fuerte y para eso necesitas comer. Amor, si no luchas por ti misma, no podrás luchar por tu hermana.

Lo pensé por un momento, hasta que llegué a la conclusión de que Eliam tenía toda la razón. Si no procuraba cuidar de mí, tampoco podía pretender cuidar de alguien más. Debía comer y hacer todo lo posible por sentirme bien.

Aunque a decir verdad, recordar que alguien que me odiaba estaba a cargo de la persona que yo más amaba en el mundo, se sentía horrible. Era un sentimiento lleno de agonía, que por mucho que intentara sentirme bien no lo lograba y terminaba consumiéndome poco a poco.

—¿Cuándo podría quitarme este collarín?—le hice la pregunta.

Eliam haló una silla giratoria que se encontraba al lado de su escritorio, la colocó frente a mí y tomó asiento en ella; justo con mi comida en sus manos.

—Aun no lo sé, debo llamar a Norman para preguntarle.

—¿Puedo preguntarte algo?

Esperaba que dijera que sí, porque sinceramente estaba cansada de escuchar sus "NO" llenos de amargura.

—Jade, tú puedes hacerme todas las preguntas que quieras—esbozó una sonrisa—. Pero antes, debes comer.

—Entonces pásame el plato.

—No.

—¿No?

—Yo te daré la comida en la boca—me dejó en claro, haciendo que mis mejillas se sonrojaran.

Le eché una miradita a la comida que se encontraba en el plato, era una arepa frita, con carne mechada, queso, salsa rosada y algunos trozos de tomate y lechuga. En su mano izquierda Eliam tenía un vaso de vidrio lleno de jugo de fresa. Tomó la arepa y de inmediato la condujo a mi boca. Sentí un poco de vergüenza, pero aun así abrí mi boca y decidí darle un mordisco a esa delicia.

—¿Conoces al doctor?—lo miré fijamente —. Me refiero a si es tu amigo o algún conocido desde hace tiempo.

—Sí—se limitó a responder—. Norman fue el doctor que atendió a Melissa. Él sabía que ella estaba enferma, pero nunca me lo hizo saber. Ella lo pidió.

Mi perfecta melodía, (BORRADOR)Место, где живут истории. Откройте их для себя