Mi perfecta melodía, (BORRADOR)

Capítulo 42🌷

Recordar como mi vida había cambiado tanto en los últimos meses, me sacó sonrisas, pero a la vez me hizo pensar en el hecho de que nadie sabe lo que pasará con su vida. La vida cambia de rumbo sin que nos demos cuenta, a veces para bien y otras para mal. La mía había sido una montaña rusa de emociones que me habían hecho llorar, que me habían producido sentimientos agonizantes, pero que también me habían hecho feliz.

Conocí a personas maravillosas que día a día me enseñaron el significado del amor. Y también lo conocí a él. Eliam siempre ocultó su verdadera esencia por todo el dolor que había llegado a su vida, pero aunque en un principio no conocí lo que él era en realidad, me había enamorado sin darme cuenta que su interior era aún más hermoso.

Ahí en aquella habitación tomé el pañuelo blanco que tenía en mis manos y lo pasé con sumo cuidado por cada tecla del piano, mientras que limpiaba hasta el más mínimo polvo que se encontraba esparcido en ellas. Quise pasarlo una vez más, pero en ese instante mi móvil comenzó a sonar.

—¿Hola?

—Jade—pronunció una voz masculina—. ¿Eres tú?

—Sí—afirmé un poco dudosa—. ¿Quién habla?

Ante mi pregunta se produjo un espeso silencio que me hizo pensar si era una buena idea seguir en línea o cortar la llamada. Podía parecer quizás muy tonto de mi parte, pero no me gustaba en lo absoluto contestar llamadas de números que no tenía registrados.

—Soy Brayan—respondió y me tensé por completo—. Sé que mi llamada te parecerá demasiado extraña, pero es que... ya no aguanto más con todo esto que estoy sintiendo. Soy una mala persona.

Respiré profundo.

—¿Hablas de lo que sucedió con mi hermana?

—Hablo de todo.

¿Todo? ¿A qué se refería?

—¿De qué hablas?—solté mientras mordía mi labio inferior.

—Yo le conté la verdad a Kiara, le dije que tu nombre real no era Samara y que de hecho, nunca habías trabajado como niñera. Ella lo supo todo gracias a mí. Y el día que decidió atropellarte, iba con ella en el auto y ni siquiera la detuve. No tuve el valor para hacerlo, no pude siquiera decirle que no lo hiciera. No sabes cuánto me arrepiento.

Quedé en un shock tan profundo que ni siquiera supe que decir. Estaba tan asombrada por su confesión que intentaba formular la pregunta, pero lo único que hacía era respirar y pasarme las manos por la cara. Hasta que decidí armarme de valor y hacerlo.

—¿Por qué lo hiciste?

—Por venganza—se limitó a responder, dejándome llena de incógnitas—. Quería vengarme de ti por nunca aceptarme como algo más que un amigo.

—¿De verdad?

Me acordé a la perfección de ese momento en el cual Brayan se me declaró frente a un numeroso grupo de personas, con una pancarta que sinceramente había sido hermosa y un montón de rosas rojas. Ese día lo rechacé, porque no sentía nada más que una amistad, pero mi rechazo lo terminó convirtiendo en la burla de sus amigos.

—Un corazón herido, es capaz de muchas cosas.

—No lo hice por hacerte daño—expresé de inmediato—. Yo...

—Lo sé—me interrumpió él—. Sé que no fue para hacerme daño y te lo agradezco Jade. Estuve toda mi vida acostumbrado a que podía tener cualquier cosa o persona que quisiera y aunque no pude tenerte a ti, me di cuenta que nunca lograré tener todo lo que quiera, porque sencillamente la vida así no lo desea. Lo entendí tarde, pero al fin de cuentas logré entenderlo. Y solo quiero que me perdones.