Capítulo 02 | Amargo

214K 15.8K 3.7K
                                    

Canción: In my veins - Joshua Moss

~*~

CAPÍTULO DOS

Amargo.


Una vez más puedo ver su rostro blanquecino en las caras de las otras personas que transcurren en el exterior del consultorio; casi puedo imaginar su melodiosa voz gritando mi nombre para que pare de hacerle cosquillas o su risita cuando mordía su labio.

Y una vez más recuerdo que la tengo lejos, que no sé nada de ella, que no sé si me ha olvidado, si me odia, si es feliz junto a otro hombre. El nudo en mi garganta al ver su foto en mi fondo de pantalla me hace apretar la mandíbula, pues duele, duele como el infierno imaginar que otro la toca como yo quiero tocarla, que otro la besa como yo quiero besarla, que otro la mira sonreír como yo muero por hacerlo.

Tan solo pensarla mirando a alguien más de esa manera, como siempre me miraba... yo no puedo con eso, es demasiado. Y siete años no han bastado para calmar la tortura.

La recuerdo todos los días cuando me levanto, pero hoy me siento más miserable que de costumbre. Hoy que he sido testigo de mi patética vida, de lo ridícula que se volvió desde que ella no está. Tengo todo lo que había querido: un empleo respetable con un buen sueldo, mi propio lugar en una ciudad hermosa e independencia; pero me falta la pizca que hace que todos mis sueños valgan la pena. Me falta la mujer a la que abandoné hace siete años.

Hoy, mientras introducía un marcapasos en el pecho de un paciente, me puse a contar las cosas que me quedarán el día que muera. Por ejemplo, si muero hoy, ¿cómo me sentiría en una cama sin una mano que me haga sentir que todo irá bien? ¿Cómo me sentiría si muero sin ver su cálida mirada o sin sentir sus curvas de nuevo? Digamos que solo me queda un minuto de vida, pero yo no la tengo cerca para recordarle que la amé hasta mi último día.

Moriría siendo el hombre más infeliz sobre la tierra.

He intentado arrancarla, pero su esencia está grabada en lo más hondo de mi piel.

No me contengo ni un poco, mis mejillas se mojan creando una tormenta, me aferro a la madera del escritorio hasta que mis nudillos se vuelven blancos. ¡Pura mierda! ¡Maldito dolor hijo de puta!

Hay algo que siempre hago cada vez que me siento de esta forma, cada vez que la extraño de esta manera. Ingreso a esa popular red social —sin tener una cuenta— y la busco. Busco su nombre, aunque ya lo tengo grabado como favoritos, y veo lo único que permite su privacidad: su foto de perfil.

Y, entonces, no puedo controlar mis sollozos, mi corazón se aprieta tanto que creo que se encogerá para siempre. Mi luna.

No me puedo contener, así que tomo el teléfono con los dedos temblorosos y le marco a una de las personas con las que sigo manteniendo comunicación. Papá me contesta al tercer timbrido con su voz ronca a causa del cigarro. Intento sorber por la nariz y recomponer mi voz aclarando mi garganta para que no se de cuenta de mi estado. Lo menos que quiero hacer es preocuparlo más.

—Hola, papá —respondo a su saludo de siempre, intentando sonar lo más casual posible—. Yo... ¿no me han llamado? ¿No ha llegado algo para mí este mes?

La esperanza en mi tono es notoria, hasta suena absurdo. Papá suspira con melancolía pues sabe a dónde va todo el asunto. Cada vez que no puedo más, lo llamo y tenemos esta misma conversación. Yo pregunto, él suspira pesaroso, me recuerda lo que ya sé y yo me quedo solo de nuevo; es como una rutina.

—No, hijo. Sabes que Maggie dejó de hacerlo desde hace seis años —responde en un susurro, seguro para que mamá no escuche, pues tiende a ponerse a llorar cada vez que recuerda el tema. Mamá adoraba a Mags, le afectó mucho cuando ella dejó de ir a buscarme, tanto como me dolió a mí—. Creo que deberías volver, James, no puedes esconderte toda la vida, ya pasaron muchos años. Además, la mayoría está en la cárcel, no creo que corramos peligro si regresas. Extrañamos a nuestros hijos.

Begonia © ✔️ (TG #2)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang