Capítulo 08 | Insistencia

144K 14.3K 1.4K
                                    

Canción: I can wait forever - Simple Plan


-*-

CAPÍTULO OCHO

Insistencia


Otra vez la veo escapárseme de entre los dedos, trota hacia la planta alta sin mirarme o pronunciar palabra. Yo suspiro un tanto agotado por la caminata, pero más entusiasmado que antes porque la tuve unos minutos solo para mí.

Pienso que tal vez debería aprovechar su estado pasivo para contarle todo, así que me encamino hacia la que supongo sigue siendo su habitación.  Al pasar por la puerta rosa de las gemelas, alcanzo a escuchar un par de risitas que me hacen sonreír, pero sigo derecho por el pasillo. Decidido a encontrarla.

Podría pasar ya que no está completamente cerrada, está entreabierta, voy a tomar la perilla para entrar, pero me detengo al escuchar su voz.

—Hola, cariño —susurra y yo me deleito con esa conjugación de palabras que tanto había extrañado, pero luego son un puñetazo en la boca de mi estómago al darme cuenta de que no van dirigidas hacia mí—. Yo muy bien... ¿y tú?

Me quedo petrificado en el lugar, queriendo huir para no escuchar cómo le habla de ese modo tan dulce a alguien más; pero al mismo tiempo necesitando ser masoquista porque no puedo apartar los oídos de su conversación.

—Todo está bien por aquí, Tess ahora cocina, las gemelas son la cosa más hermosa del mundo y Dan sigue siendo Dan. —Suelta una risita y yo aprieto los puños, añorando aquellos días en los que yo la hacía reír con tan solo hacer una cara graciosa—. No... no ha pasado nada importante.

Ya no soy importante.

—Sabes que puedes marcarme cuando lo necesites, yo estaré aquí. Te extraño muchísimo, Andrew —dice—. Yo también te amo.

El aire se me sale de golpe y un nudo crece en mi garganta, intentando asfixiarme, dejarme sin aire. Intento recordar que no debo entrar en la habitación para recordarle que me amaba a mí porque sería estúpido, yo provoqué toda esta situación de mierda y solo terminaría alejándola por completo.

Me doy la vuelta cuando la escucho levantarse de donde sea que está sentada, con temor a ser descubierto, regreso a mi punto de partida. Me dejo caer en uno de los sillones pardos de la sala y miro un punto fijo.



Miraba embelesado su perfil recto, la forma perfecta en la que su cabello caía creando un lago negro alrededor de su cabeza. Tenía los ojos cerrados y sonreía. Tuve tanto miedo de perderla, tanto miedo de que me olvidara, de que el tiempo actuara en nuestra contra y dejara de recodar que juntos éramos uno solo, miedo de no ver su rostro, de no probar sus besos, y pánico de que no pensara en mí; pero tenía más terror de que le pasara algo malo por mi culpa.

Había tomado la decisión, me dije que hacía lo correcto porque ella era lo más importante. Era capaz de aguantar su odio con tal de que estuviera a salvo.

Entonces supe que aprovecharía cada minuto a su lado, cada segundo porque estaría mucho tiempo sin ella y necesitaría algo para poder recordar el tono de sus mejillas sonrojadas o la musiquita que era su risa.

Me dije que la disfrutaría hasta el final porque era egoísta y solo pensaba en lo mal que iba a pasarla; pero no me di cuenta de que la jodía a ella.

Pinché su costado, provocando que una carcajada saliera de su interior y me monté encima suyo. Maggie abrió sus párpados con asombro, pero sonrió de lado. Tomé sus muñecas y las llevé por encima de su cabeza.

Begonia © ✔️ (TG #2)Where stories live. Discover now