Capítulo 21 | Paraíso momentáneo

123K 10.9K 1.2K
                                    

Canción: Heaven - Boyce Avenue ft. Megan Nicole

-*-

CAPÍTULO VEINTIUNO

Paraíso momentáneo


No me sorprende entrar a mi departamento y encontrarme a cierto pelirrojo sentado con una computadora portátil en su regazo. Cuando se da cuenta de que he llegado, sus ojos escanean mi anatomía con demasiada paciencia. Hace a un lado el aparato, se pone de pie y se acerca a paso lento. Todo me parece como si estuviera transcurriendo a cámara lenta.

Lleva pantalones de vestir y una camisa celeste arremangada hasta los codos, luce tan profesional y ardiente que si no estuviera tan triste, le saltaría encima y me lo comería a besos.

—Hola, cariño —susurra con una sonrisa, logrando que me calme por primera vez desde que salí del hospital esta mañana.

Toma mi mano y entreteje nuestros dedos, una corriente eléctrica me hace vibrar desde los lugares donde nos tocamos hasta mis nervios. Me conduce a un sillón, se deja caer y me lleva consigo sin preguntarme, me siento como una marioneta que es manejada por un especialista en relajarme, él no se ha dado cuenta todavía de que no me siento bien. Me recuesto y dejo que mi cabeza se apoye en sus muslos. Cierro los párpados al sentir el masaje delicioso que reparte en esa zona con sus yemas. Se me salen unos cuantos suspiros, él sabe qué punto tocar para hacerme perder el suelo.

—Estuve buscando un lugar que pudiera rentar, fui a un local de bienes raíces y me dieron varias opciones. Quedé muy sorprendido y me sentí afortunado al encontrar el indicado, así que lo renté de inmediato sin siquiera verlo. —Sus manos se detienen en seco, abro los ojos solo para ver su gran sonrisa de lado brillando como una lámpara en una noche oscura—. Adivina quién es tu nuevo vecino.

Lo miro, estupefacta, porque no sé qué otra cosa hacer. Busco reacciones, gestos y palabras, pero termino cansándome.

No es que no me agrade él viviendo tan cerca, es que no tengo ánimos para nada, ni siquiera para saltar de felicidad porque lo tendré a unos cuantos pasos de distancia. Las palabras de Andrew siguen torturando mis pensamientos, y me siento tonta por eso. No sé si terminamos, aunque en mi cabeza lo hicimos desde que James me explicó todo.

—¿No te gustó la idea? Puedo buscar otro sitio, pensé que sería agradable para los dos ahora que estamos conociéndonos de nuevo... —Lo interrumpo al ver su mirada perdida y sus hombros caídos.

—No es agradable, es jodidamente agradable. —Él me da una tímida sonrisa. Suspiro con un dejo de melancolía, y observo cómo se tensa el medio de sus cejas.

—¿Qué ocurre? —pregunta. Me quedo un instante callada, decidiendo si debo contarle o no hacerlo, sé que va a molestarse; pero decidimos que nos contaríamos todo, así que no pienso arruinar lo poco o mucho que nos queda. Ya tuvimos y tenemos bastantes secretos, no quiero uno más en la lista.

—Fui a hablar con Andrew y las cosas no resultaron como esperaba. —Una de sus manos va a rodear mi cintura por encima de mi estómago. Sus dedos se clavan en la curvatura, impidiendo que me mueva.

—¿Te dijo algo malo? —cuestiona, serio.

—Prácticamente me pidió que me casara con él y tú esperaras a que muriera para que estuviéramos juntos.

Sus piernas se ponen tiesas y las aletillas de su nariz se abren, sé que está a punto de explotar.

—¿Qué? ¿Está loco? ¿Cómo puede pedirte una estupidez como esa? —Gruñe, yo vuelvo a suspirar y dejo estancada mi vista en la nada—. No vas a hacerle caso, ¿verdad? Él debe aceptar que no lo amas, debe entender que no necesitas más mierda. No puedes atarte a una persona como él, Maggie, está muriendo. ¡Que no sea tan hijo de puta!

Begonia © ✔️ (TG #2)Where stories live. Discover now