117 La Tristeza de Liss

126 22 1
                                    

Luego de dos días de descanso, la flota partió a una nueva misión, el almirante Noel se encontraba parado en la proa del Napoleón II(nombre del.barco de guerra), con la mirada fija en el horizonte del vasto océano, su actitud está llena de motivación y determinación para la nueva tarea que le habían encomendado, todo esto se debe a las palabras de André un par de días atrás, desde ese momento empezó a soñar el día en que sería almirante de la marina del reino Solomon, luego de suspirar largamente calmó un poco su estado de ánimo y dijo, "lo que ha de venir vendrá entonces es hora de que me concentre en mi tarea actual".

Luego de disfrutar la brisa del mar durante un rato el almirante volvió a la cabina del barco, todos sus colaboradores más cercanos lo esperaban en este momento, el almirante Noel tomó el asiento principal en la cabina y entonces se dirigió a todos sus subordinados a través de un parlante que se podía escuchar en toda la flota.

"Marinos será mejor que descansen durante el trayecto, esa primera misión será conquistar Mangladesh City" con las palabras de Noel, todos los marineros no pudieron evitar llenarse de entusiasmo, la batalla anterior fue una batalla para defender su propio territorio y esta vez sería una batalla de venganza contra Los invasores, ese es un sentimiento totalmente diferente y mucho más refrescante que el anterior, esta vez no tengo la atención de que si no ganan la batalla su familia sufrirá por ello, por lo tanto el entusiasmo está muy arriba en la flota.

Por otro lado en White City.

"Señorita siento que el ambiente es un poco raro últimamente, el ejército que protege a la ciudad partió repentinamente hacia el viscondado de Grant causando que quedemos desprotegidos, es más tengo un mal presentimiento acerca de los nuevos guardias de La mansión, fue unas ideas por parte de Romeo cambiar la seguridad de La mansión, ahora siento que no puedo confiar en ninguno de ellos, parece que nos estuvieran vigilando" el mayordomo José llegó a la habitación de la señorita Liss, luego se encargó de decirle sus preocupaciones en voz baja, asegurándose de que sus palabras no fueron escuchadas por nadie más.

"Qué estás diciendo tío José por favor no causes problemas sin sentido, Romeo puso estos guardias para sentirse completamente aliviado con mi seguridad, mi labor como su esposa es portarme bien y no causarle problemas que aumenten su preocupación, en cuanto al ambiente raro y tenso es normal debido a que estamos en guerra" Liss ya había sentido todas las cosas que José acaba de nombrar, Pero simplemente pensó que todo esto se debía al ayer la que se está librando actualmente, en este momento las noticias de La derrota en London City todavía no llegaban a White City, por lo tanto Liss se portó muy juiciosa Durante este tiempo.

"Puede que tengas razón señorita, pero no me puedo librar del mal presentimiento acerca de esto, Romeo podría sentirse aliviada acerca de tu seguridad con estos hombres, pero me da muy mala vibra, confía en Romeo pero no confíes en ellos, así que te pido que te mantengas alerta por favor".

"Está bien tío José prestaré atención a sus acciones de ahora en adelante, pero no hay que ser tan paranoico" Liss empezó a dudar en este momento debido a las palabras de José.

"Está bien señorita no seré paranoico acerca de esto, pero me alegra escuchar que estarás atenta, entonces me despido nos vemos en la cena" luego de decir estas palabras José salió de la habitación.

Tiempo después Liss decidió a dar un paseo por el jardín, camino por el corredor hacia las escaleras que daban al jardín y de repente escuchó una risa en la parte de abajo, entonces recordó las advertencias de José y se escondió detrás de un muro en el corredor, entonces escuché la conversación en la parte de abajo por parte de los guardias.

"Cuánto tiempo crees que estaremos aquí?" Uno de los guardias habló con una voz no muy alta, una suerte para Liss que pude escuchar muy claramente lo que decían desde su posición.

"No lo sé todo depende de nuestros superiores, pero imagino que no nos tomará mucho tiempo" se escuchó otra voz de otro Guardia quien contestó.

"Ho Tienes alguna información privilegiada?" El primer Guardia se sorprendió por las palabras de su compañero.

"Jejeje te diré lo que sé pero estas palabras tienen que quedar entre los dos, sabes cuál es la naturaleza de nuestra organización" el segundo Guardia volvió a bajar la voz un poco más mientras decía estas palabras.

Notando esto Liss que se encontraba escondida, decidió ponerse en cuclillas y acercarse la mayor distancia posible, siempre sintió que esta información que diría El guardia tenía mucho que ver con ella.

"La verdad es que estuve a punto de entrar en una misión súper secreta, es una lástima que el número 19 sea demasiado bueno y no tuve oportunidad contra él" en la CIA agentes se manejan por números antes de estar calificados para obtener un nombre en clave.

"Ese tipo es un pervertido es normal que pierdas ante él, se dice dentro de la agencia que muy pronto  obtendrá un hombre en clave, Pero no hablemos de eso vamos cuéntame qué tipo de misión era" el primer Guardia estaba muy ansioso por llegar al punto en cuestión.

"Esta vez tuve suerte, puedes saber el contenido de la misión debido a la naturaleza de esta misma, la misión en cuestión era colarse entre los hombres del Conde Bastian, para luego en un punto crítico de la batalla darle de baja" el segundo Guardia trató de dejar salir su voz en el tono más bajo posible, Liss no muy lejos tuvo la suerte de poder escuchar sus palabras.

Entonces cuando escuchó lo que dijo el segundo Guardia, por poco y gritó en voz alta, pero se llevo la mano de la boca y luchó por no hacer ningún ruido, pero las lágrimas se podían ver en sus ojos, en este momento se encontraba llena de tristeza y preocupación.

"Con lo pervertido del número 19, se estima que en este momento El Conde Bastian ya debe estar muerto, entonces tal y como dices nuestra misión en este lugar terminará muy pronto, qué envidia me da el número 19 luego de esta misión es seguro que podrá obtener un nombre en clave" el primer Guardia parecía un poco envidioso y luego la conversación entre ambos terminó hasta aquí.

Por otro lado Liss se apresuró a regresar a su habitación, una vez allí cerró la puerta con llave y se echó a llorar en su cama, Pero entonces se dio cuenta de que este no era el momento para estar triste, tiene que encontrar una forma de escapar de este lugar, e ir al lado de su esposa que puede estar en peligro también.

EL CONQUISTADOR Where stories live. Discover now