Dicen que Roma es muy bonita, pero yo no soy quién para afirmarlo o compararla con cualquier otra ciudad. Solo sé lo que comentan y que mi interior parece el coliseo, el cual hizo amagos con venirse abajo hace siglos. Porque, aunque Roma aparente ser una ciudad alegre, ese monumento nos hace recordar el tiempo en el que cayó.
Y mi corazón es el nuevo coliseo después de la batalla, el que amenazaba con desmoronarse piedra a piedra por una revuelta. Pero mi coliseo es el que le dio la espalda a la ciudad completa, la que soy yo de pies a cabeza, y al capitolio de la razón que es mi cordura.
Y hoy el coliseo podría no estar, pero sigue en pie con ayuda de un garrote. Y el capitolio se ha hecho un poco más fuerte en la urbe. Y la ciudad entera llora. Y todo ha pasado por culpa de la revuelta, de que el coliseo no escuchara los consejos del capitolio.
Pero todo sigue siendo tan bonito y tan triste como Roma en días lluviosos. Y todo porque Roma escrito al revés es la misma ruina.
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Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...