En diecinueve años he perdido demasiado, he visto cosas que jamás debería haber mirado y escuchado otras tantas que nunca debería haber oído.
He perdido a gente, que espero que sepan que hablo de ellos estén donde estén, igual que hay gente que me ha perdido a mí. Y no me arrepiento de ellos ni de mí.
He sentido demasiado, aunque en ocasiones ni siquiera sabía el qué, y en otras muchas preferiría no haberlo sabido. Porque a veces es mejor la ignorancia.
Me he desconocido a mí misma para volver a encontrarme y reconocerme, pero esta vez mejor que antes. Ahora sé qué me duele, qué quiero, qué pienso, qué siento; aunque no quién soy.
Pero no puedo creerme que hayan pasado diecinueve años desde que di mi primera bocanada de aire y me aferrara a la vida. Y todo para, diecinueve años más tarde, solo querer perderla; yo ya estoy perdida y temo no encontrarme.
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Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...