A veces crees demasiado, das por hecho bastantes cosas y te equivocas. A veces, digamos, metes la pata y decides largarte lejos.
A veces piensas que suena bien ir a Italia con lo puesto, pensando que todo saldrá tal y como lo tienes planeado. Y justo sucede lo contrario de lo que te gustaría. A veces, supongo, vuelves al mismo error.
A veces los caminos no llevan a donde querías, a Roma, ni tan siquiera a una parte concreta del mundo. A veces, quizá, solo sirven para perderte.
Y no sé en qué momento me pareció una buena idea dirigirme a tal histórica ciudad, pero sí que ahora estoy sin rumbo, destino, ni un lugar desde el que partir que no sea lo que tengo.
Solo estoy yo. Y no quiero quedarme mucho más tiempo aquí.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...