19. Golpe de realidad

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Una vez me dijeron que no se nace para ver morir a tus hijos, sino que son ellos los que te deben enterrar a ti. Y les debo de dar la razón porque, si duele el perder a gente que te dio la vida (tu madre, tu padre, tus abuelos...), ¿cómo será el perder a alguien a quien se la has dado, a alguien por el que matarías, a alguien por el que te pondrías en su lugar sin dudarlo? ¿Qué se debe sentir en ese momento?

No sé si nada, porque no te lo creerías, o todo. Tal vez no sientas nada pero, a la vez, te afecte todo. No tengo ni idea, pero solo con imaginarlo me rompo todavía más. Pero hay algo de lo que estoy segura, y es que debes de sentir tu corazón muerto y marchito.

Conozco a una persona que se vio en esta situación y me enseñó que no todos los días son grises y monótonos, sino que también los hay negros (por muy tristes que sean), verdes, azules, rosas, violetas, amarillos y, si te lo propones, hasta color ilusión, aquella que muchos de nosotros perdimos o incluso nacimos sin ella.

Pero ellos sí la tienen, y demuestran ser más fuertes que nosotros.

Memorias de un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora