Siento no ser la que la humanidad quiso, porque siento que estoy hecha de las sobras que nadie quería, de la vergüenza de cada plato, de las rebajas finales de talla difícil de vender.
Siento que soy lo único que no sirve para algo en concreto, al igual que lo que soy yo; algo indefinido, abstracto, incontable.
Siento no haber sido lo que todos buscaban y necesitaban para desahogarse, vengarse, alegrarse.
Siento ser la oveja negra que va en dirección contraria a todo su rebaño pero que acaba saliendo a flote mientras los otros se hunden, aunque luego tenga un final infinitamente peor; porque soy la oveja negra, la rara, la diferente, la ausente, la feliz a su manera, la extraordinaria, la indeseada, la otra.
Siento ser la pesimista pero positiva, la sarcástica, la aislada, la —como ya dije antes— extraña.
Al fin y al cabo, siento ser yo, porque aunque esté hecha de sobras, estoy hecha de mí misma.
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Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...