14. Autodidacta tardía

215 16 4
                                    

Nadie me prometió que fuera a ser feliz, lo sé, pero me podían haber avisado de no hacerme falsas esperanzas con algo o con alguien. Eso, al final, acaba muriendo o matando.

Me podían haber avisado de que debía pelear por lo que valiera la pena para no ir tan arreglada y acompañada de la Ilusión y la Esperanza. Debieron habérmelo dicho, porque ¿cómo lucho yo ahora contra la Realidad? ¿Cómo me esfuerzo en conseguir todo aquello que quiero?

Me debieron haber avisado de que necesitaba una meta, algo a lo que quisiera llegar que no fuera la Muerte, que esa ya vendría sola. Y lo único que se me ocurrió decir fue: Nada”.

Debieron de haberme avisado de que, aquí, o pisas o te pisan. Si lo hubieran hecho, yo estaría pisoteando a gente, machacándola contra el suelo, en vez de que me lo hicieran a mí.

Debieron de haberme dicho que necesitaba picardía, que me faltaba astucia, para que la encontrara de cualquier forma. Y descubrí que lo debía tener para seguir yo sola.

Debería de haberme alejado de toda esa gente que lo único que quería era hundirme cuando todavía tenía posibilidades. Así podría haberme evitado demasiadas cosas.

Aunque todo eso lo he aprendido con el paso del tiempo. Y ya es tarde.

Memorias de un corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora