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Capítulo 54

Efecto Mariposa

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Ya era más de mediodía cuando Shen Ruo regresó de casa de Gu Yun.

Algunas mujeres del pueblo que venían a la casa para ayudarles a bordar, se acercaban de vez en cuando para hablar con Li Shantao o Liu Shan de asuntos familiares.

Delante de su casa, rara vez está tan desierto como ahora.

Suelen caminar unos alrededor de otros, y la relación de la gente del pueblo puede volverse más cercana.

Ya han bebido agua con azúcar morena y comido, así que, desde luego, no han venido a hablar con las manos vacías.

Algunas llevan huevos, otras traen una bolsa de brotes de bambú secos, o hacen galletas que saben bien y se las llevan a su familia para que las prueben.

Cuando Shen Ruo regresó, vio que tres o cinco mujeres estaban sentadas afuera de su casa, su madre estaba sentada en el centro y las demás sonreían e intentaban hablar con ella.

— Madre, he regresado. — Dijo Shen Ruo mientras saludaba a las mujeres que la rodeaban, y recibía una ronda de cumplidos por parte de ellas.

— Ruo ge'er, le has hecho un gran favor al pueblo, ¡la idea para pesar el grano es muy buena! Los jefes de muchos pueblos vecinos escucharon la noticia y vinieron a nuestro pueblo. — La mujer que habló con una sonrisa, es una persona bien informada.

— Pero nuestro pueblo Shen está a diez millas fuera del centro de atención jajaja. El jefe de aquel pueblo dijo que vendría más tarde por la noche, para preguntarle si está dispuesto a venderles, él todavía está ocupado en llegar a un acuerdo.

— El jefe de nuestro pueblo no podía escapar, así que nos pidió que viniéramos aquí. Ruo ge'er, ahora eres realmente famoso.

No es la primera vez que Shen Ruo es famoso, pero esta vez es positivo, y Shen Ruo se alegró mucho al oírlo.

— ¡He oído que el jefe del pueblo vecino al pueblo Hetang vino a nuestro pueblo y dijo que quería pagar veinte taels para comprarlo! — A la mujer le brillaron los ojos.

— El pueblo Hetang es grande, cada familia tiene muchas tierras y ahí vive mucha gente, por lo que debe haber mucho grano que pesar. He escuchado que les toma mucho tiempo llevar el ding para pesar tanto. Yo pienso que sigue siendo una ganga vendérselo a veinte taels.

— Es cierto, Ruo ge'er, no puedes venderlo demasiado barato. El pueblo Hetang es muy rico, y siempre tienen dinero suficiente todos los años.

Shen Ruo simplemente sonrió y no dijo nada, y dejó este asunto en manos del jefe del pueblo.

— Dejemos que el jefe del pueblo decida.

Después de escucharlo, todas sintieron que Shen Ruo es realmente un niño sincero, si fueran a pedir uno, sin duda pedirían dinero a cambio.

— Además, Ruo ge'er, incluso sabes contar, ¡es increíble!

Li Shantao ha escuchado durante mucho tiempo lo que decían las mujeres a su alrededor, aunque en su corazón tenía la duda de cuando su Ruo ge'er aprendió a contar, aceptó los cumplidos que las otras personas hacían para su Ruo ge'er.  En este momento, su rostro también tenía una sonrisa de orgullo.