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Capítulo 179

Lidear con los ladrones y volver a casa

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Un hombre grande, con una cicatriz en la cara, dirigió a siete u ocho amigos con palos a ponerse delante de la carreta de bueyes, su rostro está lleno de cicatrices y sostenía un cuchillo en la mano, Shen Feng no se atrevió a dejar que los bueyes corrieran riesgos, e inmediatamente tiró de las riendas con fuerza.

Sus ojos de toro se abrieron de par en par mientras rugía:

—¡Piérdete! ¡¿Qué es lo que se atreve a robarnos?!

El grupo de gente de atrás inmediatamente tomó sus palos y rodeó la carreta de bueyes, la falsa expresión feroz de Shen Feng naturalmente no podía asustar a la gente, además, están corriendo para robar.

En la carreta de bueyes no es conveniente pelear con sus propias manos, además de que siete u ocho personas los estaban rodeando, Shen Ruo inmediatamente bajó de la carreta, Gu Yun también bajó de la carreta, inmediatamente se dio la vuelta, para bloquear a Shen Ruo detrás de él.

—El dinero o la vida, tienen que dejar ir uno. —El hombre, con un cuchillo en mano, resopló fríamente, y llamó a todos sus cómplices para que se acercaran a robar las cosas.

Normalmente en una situación así, aunque entregues tus posesiones, no te salvarás, y si realmente están blandiendo una espada o un palo, estás destinado a salir herido, porque Shen Ruo no tiene ni una espada ni un cuchillo a su lado, sólo tiene una carreta, así que ¿cómo puede luchar? ¿Cómo pueden luchar? ¡Sólo pueden confiar en su ingenio!

Shen Ruo estaba preparado para atar la cuerda de cáñamo a su cintura, con el dobladillo de la camisa ocultándola, Shen Feng también lo protegió, poniéndose delante de su hermano después de bajar de la carreta.

—Somos gente del pueblo Shen, esta carreta de bueyes es prestada, ¿dónde podríamos tener dinero? —Shen Ruo pretendía tener miedo, escondiéndose detrás de Gu Yun, de hecho, sus ojos se concentraron en explorar el terreno, dándose cuenta que atar a este grupo de secuestradores no sería realmente fácil.

¡El pueblo Shen es un famoso pueblo pobre, y quienes lo escuchan no lo toman en serio, ya han habido varias veces que han robado la carretera y la gente, con el fin de decir que no tienen dinero, dicen que son del pueblo Shen, ¡es por ello que ya no les creen!

Las telas en la carreta están envueltas en lino, y se pueden ver levantando la capa más externa de tela gris, una carreta llena de lino no se puede cambiar por mucho dinero, así que los ladrones perdieron inmediatamente el interés. Pero no creyeron las palabras de Shen Ruo, aunque no hubiera dinero en plata, ¡todavía tenían que arrancar una capa de piel!

—¡Quítense toda la ropa, no creo que no traigan nada de plata! —El hombre de la espada se acercó a grandes zancadas para intimidarlos, como si fueran a cortarlos si no hacían lo que les decían.

Mirando el buen aspecto de Shen Ruo, el grupo de hombres incluso reveló una sonrisa pícara.

Hoy en día no es fácil escapar, Shen Ruo sólo quería golpearlos, pero vió como Gu Yun se precipitó hacia adelante, esas personas tienen palos y cuchillos, pero con un ataque repentino, ¡derribo a tres o cuatro de ellos!

Shen Feng vio que la gente se abalanzaba sobre él, inmediatamente tomó la cesta y golpeó a la gente.

El cuerpo a cuerpo era inminente, Shen Ruo estaba preparado, tomó el cordel y tiró de él hacia el suelo, haciendo tropezar al instante a cuatro o cinco de ellos. El hombre fuerte cortó inmediatamente el cordel con un cuchillo cuando lo encontró.