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Capítulo 159

"Trenza de la Vida", semillas de colza y carretilla

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Al final, Liu Shan ayudó a Shen Ruo, tratando de sacar el listón que se había enredado, después peinó el suave cabello de pequeño Wonton y le hizo una trenza con el listón rojo.

Esta trenza es sólo del tamaño de media palma de Shen Ruo, esto hizo que pequeño Wonton se viera particularmente juguetón y lindo.

Esta es una tradición, después de cortar el cabello del bebé, se debe hacer una trenza cuando este haya vuelto a crecer, esta trenza se llama "La Trenza de la Vida". El simbolismo es que con este atado evitas que las enfermedades se lleven al niño, y esperas que crezca sano y salvo.

— ¡Nuestro pequeño Wonton es tan lindo! — Li Shantao vio el nuevo peinado del pequeño bebé, no pudo evitar elogiarlo. — Yo lo cargo, el desayuno ya está listo, Ruo ge'er, come tú primero, yo le daré de comer.

Li Shantao estaba feliz y quería tener a pequeño Wonton en sus brazos.

— Bien. — Shen Ruo descubrió que pequeño Wonton parece tener un temperamento similar al suyo. Probablemente aún no puede entender lo que dicen los adultos, pero obviamente podía sentir que era un cumplido debido al tono.

¿No es un momento para emocionarse?

Mirando a su propio hijo sonriendo brillantemente, Shen Ruo pareció ver una versión diminuta de sí mismo.

Después del desayuno, Shen Dashan y Shen Feng llamaron a la familia para que vieran la organización del huerto.

Había cuatro sembradíos en total, divididos en diez hileras, justo al lado de los sencillos nidos construidos para los patos y las gallinas, dejando un pasillito entre estos.

— A Feng y yo hemos plantado rábanos y repollos. — Shen Dashan señaló dos de las hileras y dijo.

¿Por qué no plantaron todo?

Es la primera vez que Shen Dashan hace un huerto por su cuenta. Así que planeó plantar un poco menos para tratar de ver la fertilidad.

Mientras las semillas no estén muertas, pueden sobrevivir en el suelo. Pero aunque dijera eso, no podía plantarlas y dejarlas ahí, tenía que cuidarlas, no dejar que se calentaran ni que se enfriaran. Por eso estos plantones son difíciles y caros.

Li Shantao miró y elogió:

— Mmm, se ve muy bien, estaría bien utilizar bambú para hacer unos estantes, y guardar ahí pepinos, calabazas y decorarlo con enredaderas.

Shen Ruo ya había comprado un montón de semillas, y tenía dos paquetes de rábano, repollo, ajo, pepino, calabaza y chile. El vendedor de semillas, Wang Daniu, le había dicho que si no obtenía cosecha, podía pedirle que le devolviera el dinero.

Shen Feng tiene un gusto fuerte y le gusta la comida picante, dijo:

— Creo que sería bueno plantar más chiles, y llevarle algunos a nuestra madrina después de la cosecha. Tenemos que devolverle el favor, ella siempre nos regala de su salsa de chiles.

— Sí, sí, sí. — Li Shantao sonrió y respondió.

Los dos niños de su familia no son pretenciosos.

Shen Ruo miró el campo de verduras y pensó que estaba bien, pero luego miró a las gallinas y los patos que había al lado y dijo:

— Las gallinas y los patos se corretean por ahí fuera antes de volver a sus nidos, así que temo que picoteen las hojas. Tenemos que poner una valla a medio metro del huerto.