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Capítulo 116

Pequeño puesto "Residencia de Tesoros Exóticos", aplicar la acupuntura y regresar a casa

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El mayordomo cerró la boca, asintió rápidamente con la cabeza unas cuantas veces antes de decir:

— ¡Puedes alquilar!, ¡puedes alquilar! Ven conmigo, tienes que firmar un contrato.

Después de eso, las cosas transcurrieron sin problemas, todos se acercaron a la entrada de la casa de Li Fu para terminar el proceso, se firmó el contrato por duplicado y Shen Ruo pagó directamente el alquiler por medio año. Un mes vale doscientas monedas de cobre, medio año son una tira de monedas de cobre y doscientas monedas sueltas.

Tanto Shen Ruo como Gu Yun pensaron que este puesto era el indicado, los otros puestos de alrededor no vendían las mismas cosas y estaban cerca del puesto de telas, en definitiva, la ubicación es buena, y está a sólo unos metros del centro de Chusui.

En el interior, todos los puestos están equipados con estanterías y tejados de madera para que no se mojen si llueve.

No está nada mal.

Shen Ruo trajo especialmente un trozo de papel de pulpa de madera y esbozó el aspecto actual del puesto, luego le dio la vuelta y dibujó un breve diagrama.

Iba a diseñar el aspecto del puesto para que destacara de los demás puestos de al lado. Los puestos de los demás tenían una bandera colgada al azar, o simplemente no tenían decoración alguna, sólo exponían sus cosas.

Ya le había preguntado al dueño de la calle con antelación si podía modificarlo, y estuvo de acuerdo, así que esto funcionaría. Shen Ruo ya tenía sus propios planes, todo iba a ser decorado.

Shen Ruo apuró a Gu Yun, agitando la mano para que se acercara a ver, los dos intercambiaron opiniones sobre el diseño y Shen Ruo dibujó un montón de pequeñas decoraciones.

— ¿Cuál sería un buen nombre para nuestro puesto?

Shen Ruo se acarició la barbilla y pensó. La verdad es que no se le daba especialmente bien elegir nombres, y el nombre de su bebé fue el mejor que se le ocurrió.

Gu Yun miró las manchas de carbón que se había embadurnado en la barbilla y no pudo contener una carcajada.

— ¿De qué te ríes? — Shen Ruo no se dio cuenta de qué se estaba riendo y se quedó perplejo, le dio una palmada en el hombro y le dijo. — Si no te gusta, piensa en algo, la verdad es que no se me ocurre ninguno.

De hecho, ¿para qué necesita un nombre un puesto?, no todos lo tienen. Los pocos que tienen un nombre, como mucho, es el nombre de su familia más las cosas que venden. Por ejemplo, cuando Shen Ruo fue a comprar carne, el puesto se llamaba "Carnicería de la familia Xu".

Pero Shen Ruo es una persona muy ritualista, ahora mismo, tenía que pensar en un buen nombre.

Gu Yun pensó un momento y dijo:

— ¿Qué tal si lo llamas "Residencia Ruobao"?

Shen Ruo estaba lleno de dudas, ¡Ruobao es su apodo de bebé! No, ¿cuántos años tiene?, ¿realmente puede seguirse llamando Ruobao? Shen Ruo sacudió la cabeza, sus orejas estaban rojas. ¡Este apodo realmente le avergüenza!, ¡y es aún más vergonzoso que Gu Yun pueda decirlo sin cambiar su expresión!