Posiblemente, tal vez.

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POV JULIANA.

La hora de la cena había llegado. Valentina y yo esperábamos ansiosamente la presencia de Lupe, ya que fue ella quien desde un primer momento, invitó a Valentina la noche de hoy a cenar. Ambas estábamos curiosas. La primera platica que tuvieron ellas después de tanto tiempo fue una invitación a comer.

Valentina aún seguía en un trance por aquella peculiar invitación.

Guadalupe, al notar que Valentina ya había llegado, quiso darnos un poco de privacidad - guiñandome un ojo - mientras decía que ya venía y que no demoraba mucho. La invité a sentarse en el sofá y segundos más tarde, hice lo mismo. Ninguna decía palabra alguna. No sabía si decirle a Val que Guillermo había estado aquí, amenázandome por estar con ella, pidiéndome una vez más que me aleje. O simplemente ignorar esa faceta de mi vida y permitirme disfrutar el momento a plenitud con ella. Lo estaba pensando mucho, y ella lo notó.

-¿Qué fue eso de la entrada? - preguntó mientras me tomaba por sorpresa. Quería decirle la verdad, pero definitivamente, no quería arruinar el momento.

- No fue nada importante - dije tratando de sonar convincente y Valentina acentuó su mirada en mi, haciéndome entender que no me creía absolutamente nada. - Es decir, es solo un vecino que vino a advertirme que sus plantas están en crecimiento y quiere que me aleje de ellas. - Esta puso una cara de confusión y yo me encogí de hombros.

-Pero si aquí no tienes vecinos, Juls. O no están lo suficientemente cerca, por lo menos. - Aclaró mientras movía una de sus piernas con un sube y baja. - ¿Estás ocultándome algo? - Preguntó de nuevo, la quisquillosa Carvajal.

-¿Qué?, no, Val. Claro que no. - Respondí. - Es de verdad. Verás, los seres humanos tenemos que cuidar las plantas para tener bonitos lugares como este - señalé indicando con mi dedo índice y Valentina me siguió con la mirada. - Por eso, debes cuidarlas mucho, para obtener resultados tan buenos. - Dije sonriendo y su mirada seguía siendo la misma. - Pero ese señor me lo ha dicho tantas veces, que llegué a perder la paciencia unos escasos minutos. - añadí.

- ¿Entonces dices que tienes un vecino, que llega hasta tu casa para pedirte que te alejes de sus plantas en crecimiento? - Asentí levemente. - Ya... ¿Y yo tengo monos en la cara? - Preguntó sacándome y sacándose de onda.

-Valentina... - La llamé. Ella no volteó a verme. Solo seguía con una expresión de no entender nada. - Está bien - Dije al fin y ella enganchó su mirada en mi, poniéndome nerviosa. - Ha sido otra cosa, pero no me apetece hablar del tema y dañar nuestro momento. - Agarré su mano, y con la otra acaricie su mejilla. Ella cerró los ojos perdiéndose en el contacto. - ¿Tan sólo podríamos hablarlo luego?, mañana tal vez. - sugerí. - O nunca. - Masculle sin que Valentina pudiera escucharme.

- Lo hablaremos luego, sólo no trates de verme la cara de tonta. - Pidió con un semblante serio. - ¿Un vecino que te advierte que no dañes sus plantas porque están en crecimiento?, ¿Es neta, Juliana?, ¿No se te ocurrió algo más creíble? - Preguntó mientras no podía contener la risa.

Ese gesto me pareció lindo y reí junto con ella. Agradecía tanto que no quisiera tocar ese tema, justo ahora. Aunque sabía perfectamente que mas temprano que tarde, tendríamos que hablarlo.

-Oye... No te burles - pedí riendo junto con Valentina. - He hecho mi mayor esfuerzo. - atrape su rostro en mis manos y me burle de ella haciendo que se le formaran pequeñas rayas en su frente. Valentina se separó de mi y por último me regaló una suave sonrisa.

- Supongo que Guadalupe ya está por llegar - Dijo ella, incorporándose de nuevo en el sofá. - Así que solo por eso dejaré pasar esto y hablar luego de lo sucedido anteriorme. - Asentí a sus palabras y le agradecí por su compresión. - Es un poco extraño. - Musitó riendo con cierta timidez.

Prohíbida Tentación || °Juliantina||Where stories live. Discover now