Prohíbida Tentación || °Juliantina||

¡Cumpliendo sueños!

Narrador Omnisciente.

INICIO DE FLASBACK.

FRANCIA, PARÍS.

-¿Qué deseas de tomar? - Preguntó Sara amablemente mientras sacaba una silla de madera para Juliana. Ambas habían acordado elegir una mesa en la azotea al aire libre por la música ruidosa que había dentro del club nocturno. El sitio no era sofisticado, pero era presentable. Tenía una temática playera bastante interesante. Juliana le sonrió cortésmente mientras tomaba asiento y pedía un cóctel de frutas para ella. La rubia internamente hizo una mueca al escucharla y accedió. Un joven bastante apuesto se acercó hasta ellas para atenderlas.

-Bienvenidas, señoritas. ¿Desean algo algo de tomar? - Preguntó amablemente y Sara rodó los ojos.

-A eso hemos venido- Dijo haciendo una mueca. Juliana soltó una risa por lo bajo-. Para la señorita un cóctel de frutas y para mi un martini del año. ¿Tienen, verdad?

-Por ahora solo tenemos cócteles, caviar, cervezas y vino tinto, señorita. El martini se ha terminado- Contestó con cierta pena en cuanto vio que Sara balbuceó en italiano algo que no entendía.

-Entonces para mi una cerveza Heineken - El asintió y se retiró -. Imposible de creer que no tengan martini.

-La cerveza es buena elección-. Murmuró Juliana con timidez y Sara asintió levemente.

-¿Amante de la cerveza? -. Preguntó Sara con las cejas levantadas y Juliana negó.

-No, pero supongo que es buena. Camila me mostró la colección de cervezas de su preferencias y estre esas estaba la Heineken.

-¿Camila? -. Juliana asintió.

-Una amiga muy querida- Comentó-. Tiene aflicciones fuertes por las cervezas-. Sara le sonrió.

-Tu amiga tiene buenos gustos-. Le guiño el ojo-.¿Te molesta si fumo? -. Preguntó sacando un cigarrillo de la cajetilla que guardaba en su bolsillo. Juliana vestía casual, a diferencia de Sara que lucía una braga negra exclusiva y un chaquetón color piel que hacía contraste con sus ojos verdes. Se veía simplemente hermosa y la morena un poco desubicada por su atuendo. Síntomas normales, no había sido un encuentro planeado realmente.

-No sabía que fumabas- Le dijo viendo como encendía el cigarrillo y le daba una fuerte calada. Sara la observó entre el humo esparcido en el aire.

-No es un hábito, Juliana- Murmuró-. Es sólo la ocasión y el momento. Me gusta no privarme de hacer cosas que quiero cuando me apetece.

-Creí que los malos hábitos no entraban en la ética profesional de Rita Volk-. Juliana rio y Sara cambió de expresión cuando la escuchó mencionar el nombre de su hermana. Por un instante había olvidado su objetivo principal. Apagó el cigarrillo bajo la supervisión de los ojos color café de Juliana y sonrió tirándolo a un lado de la mesa.

-Tienes razón-. Le dijo serenamente-. No entra en mi ética profesional-. Le guiño viendo como Juliana se sonrojaba-. Me gustan tus rasgos mexicanos. ¿De dónde eres exactamente? -. Juliana hizo una mueca de confusión al escucharla. Creyó de pronto que ya antes lo había mencionado.

-San Antonio-. Contestó tranquila-. Creí que lo sabías desde nuestra primera cena.

Sara se llevó el dedo índice al mentón.

-Creo haberte mencionado que soy algo olvidadiza-. Le sonrió-. Pero ya recordé. Sabía que esos rasgos que tienes tenían que venir de San Antonio. Las personas de allá son especiales-. Juliana asintió sonriente.