|FIN|

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CIUDAD DE MÉXICO.

DOS AÑOS ATRÁS:

—Valentina, apúrate—gritó Eva caminando de un lado hacia el otro mientras bebía de su copa de vino. Lucía, que la veía con una ceja arqueada, no pasó desapercibida. Eva la miró con las cejas fruncidas, y luego bufó bajo bebiendo todo el líquido de su copa.

El gran día había llegado. La boda de Valentina, y de Juliana. Pero también la boda de Guillermo y Camila. Ambos, habían acordado celebrar su unión por partida doble. Ni Juliana, ni Camila, se habían opuesto a su sugerencia. Ellas estaban felices que los hermanos Carvajal, después de tanto tiempo, finalmente congeniaran en algo tan importante como sus bodas. Camila y Juliana habían estado más unidas que de costumbre. Las dos mujeres les tenían una sorpresa preparada a ellos, y estaban ansiosas por ver los resultados. Compraron regalos, y algunos últimos detalles para Valentina y para Guillermo. Cómo era de irónico el momento, y la vida.

Un hombre que estaba cerrado totalmente al amor, estaba por casarse con una mujer completamente hermosa, y auténtica. Una mujer que se había reprimido de vivir libremente su amor hacia otra mujer, por el miedo del qué dirán, también estaba por casarse, y con otra mujer. ¿Podía ser aquello más perfecto? La unión que habían tenido después de su regreso de Francia, las había incentivado a continuar con su dulce relación. Mientras se hacían los preparativos, todos eran felices, y compartían la sensación de felicidad que los embargaba. Porque, después de mucho, todo estaba siguiendo su curso.

—¿De qué te ríes?—Lucía puso los ojos en blanco, y se delineó los labios con la lengua. Ella se veía hermosa. Un vestido blanco, ajustado y ceñido al cuerpo. Nada extravagante. Su espalda estaba al descubierto, y sus piernas libres a la vista de cualquiera. Su cabello rubio recogido, y su maquillaje bastante notable.

—De ti—Eva la vio cruzándose de brazos—. Jamás te había visto tan nerviosa. Ni siquiera Valentina o Guillermo. No, tú. 

—Mis dos hermanos se casan—dijo sin creerlo, y Lucía le sonrió—. ¡Dios mío!—exclamó, y sonrió—. ¿Sabes lo que significa?

Lucía movió su boca de un lado hacia el otro negando.

—¿Qué significa?—ambas se vieron.

—Si Valentina se casa con Juliana, y Guillermo con Camila, eso significa que cada uno hará su vida y yo...—hizo una pausa, y suspiró. Lucía la vio fijamente. Por un momento creyó que el pensamiento de Eva había sido decadente por ella no estar viviendo un amor tan bonito y tan intenso como sus hermanos, pero sus dudas se fueron cuando la escuchó reírse—. Significa que voy a tener que seguir soportándote—Lucía alzó una ceja—. No sé qué hice para merecer este castigo.

Prohíbida Tentación || °Juliantina||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora