Prohíbida Tentación || °Juliantina||

Eternas noches de París.

Narrador Omnisciente.

Dos semanas después....

Los días transcurrían rápidamente aproximando el día del gran evento. Desfile donde muchos rostros innovadores iban a marcar un antes y un después en la vida de muchos. Para Juliana y Valentina todo estaba siendo un poco más fuerte. Aún no se acostumbraban a los compromisos y al despertar antes de las siete. En Volk Group llevaban un estilo de trabajo rápido y consizo. Precisión y puntualidad. Pero más que todo rapidez. Todo para ellas era nuevo, y aunque Juliana llevara más tiempo que la castaña, era Valentina quien lo estaba haciendo un poco más llevadero. Las horas de comidas algunas veces las compartían y otras no. Jason junto a Aysack se encargaron de separarlas en hora de trabajo debido a que ninguna se quitaba la vista de encima en horarios laborales, todo bajo la supervición de Miranda quien había aceptado a Valentina gustosa como la modelo principal.

El apellido de la castaña había ayudado bastante. Los ojos azules habían cautivado a más de uno y muchos entendieron el porqué Juliana estaba perdida en ella, incluso Miranda. En cuanto la vio entrar por la puerta de la oficina de Rita para presentarla, había quedado más entusiasmada que de costumbre. Su cuerpo, su cabello y su facciones eran perfectas y lo que desde el principio estaban buscando. Una modelo de catalago.

El acercamiento de Miranda con Valentina había puesto alerta a la morena en varias ocasiones. Esta, por todos los medios, buscaba quedar a solas con la castaña para insinuársele en ciertas oportunidades. Por supuesto, Juliana estaba al tanto de todo. Encaró a Miranda y sólo obtuvo como respuesta una risa burlona y un comentario sobre todo lo profesional que era. Por consiguiente, todo fue más tranquilo. Valentina había asistido tres veces a Volk Group para ensayar sobre la pasarela. Jason, como todo un profesional, admitía que Valentina era el rostro perfecto para el lente de su cámara. Alardeó de su belleza, y también le cuestionó a Juliana el porqué no la había llevado antes.

La castaña sólo podía sonreír con naturalidad. Esa que tanto amaba la morena y la que a partir de ese momento, el resto del mundo conocería. En cuanto a su relación, todo estaba fortalecido. Convivían como una pareja de recién casadas. Tenían cenas románticas, encuentros pasionales y pláticas divertidas. Se habían visto con Guillermo, Lucía y Eva vía Skype. Todos estaban emocionados por el gran paso que estaba a punto de dar la castaña y la felicidad era contagiosa. Camila también había formado parte de una de esas tantas llamadas y en un momento determinado, la llamada fue grupal. Valentina junto a Juliana y Guillermo junto a Camila.

Increíble, ¿no?

Guillermo, después de tanto pensarlo y analizarlo -y con un poquito de insistencia de Camila-, decidió darse una semana de vacaciones, libre de trabajos y estrés. Semana, que como todos lo imaginan, la tomaría en New York, junto a Camila. Había dejado a Lucía junto a Edwards a cargo del grupo Carvajal, y aunque siempre estaba en contacto con ellos para supervisar que todo estuviera en orden, sentía una pizca de confianza en que no todo podría salir más.

Había empezado a trabajar más en su confianza y en el trato hacia sus compañeros de trabajo y sus empleados. Camila siempre lo estuvo orientando cuando creía que Guillermo enfurecería en cualquier momento por comentarios obscenos que hacía Edwards respecto a Camila. Aunque todo fuera una broma, le costaba sobre llevarlas puesto que siempre las había encontrado fuera de lugar.

Y así los días transcurrían...