Capítulo 11: "Respuestas"

74 8 0
                                    

Cuando Ainoa y Ana se recuperaron buscaron a Irslan entre los escombros.

Al cabo de unos minutos unas piedras se movían, de allí salió Irslan.

Tosió un poco, le ayudaron a reincorporarse, en poco tiempo apareció la policía, bomberos, e incluso una ambulancia andaba por ahí, les interrogaron y prestaron primeros auxilios.

Por algún motivo extraño les sacaron un poco de sangre a cada uno.

De todos los policías que interrogaron a los muchachos, Irslan se fijó en un detective en particular, Lloko, el cual se le quedó mirando detenidamente, como si sospechase algo...

Al cabo de unos minutos un hombre con bata, probablemente médico se aproximó corriendo con una hoja en la mano, cuchichearon un poco, lo único que Irslan pudo oír fue:

"Resultados, y limpios"

Estas palabras no pintaban muy bien...

Aquella especie de policía se acercó de nuevo y dijo:

-Vaya, siento el malentendido chicos, andábamos detrás de una banda organizada de licántropos, sabíamos que ésta era su base de operaciones, pero no nos dimos cuenta de que habían rehenes allí...

El grupo al completo no dijo nada, el inspector Lloko se disculpó varias veces, pero aún miraba a Irslan de una manera muy extraña, como si creyese que supiese algo de él...

Este hombre continuó su explicación:

-Estos licántropos secuestraron a la chica por puro placer, usarla y más tarde devorarla, colocamos explosivos estratégicamente para que cayera el edificio si intentaban huir de algún modo

En ese momento Irslan cogió del cuello al inspector y le gritó:

-De modo que ustedes sabían que estábamos ahí, ¿Y aún así decidieron matar a tres civiles por tres licántropos?

-Todo sacrificio es poco, cada licántropo son menos vidas humanas que se pierden, se podría decir que es lo mejor para el bienestar de todos

Irslan se enfadó muchísimo al oír esto, pero aún más cuando le vio reírse muy satisfecho...

Este fue a decirle cuatro cosas, pero Ainoa y Ana le impidieron que dijese algo cogiéndole de los brazos y llevándoselo a casa.

De camino hacia allí Irslan se quedó mirándolas:

-Si me hubieseis dejado allí le habría dado un buen puñetazo al inspector...

-Irslan ¿Que hubieses ganado? Dijo Ainoa

-Eso eso Irslan hay que ser respetuosos con la ley

-Lo que digáis... Pero vuestras vidas no les importan nada...

En ese momento guardaron silencio, llegaron a casa de Ana, esta se despidió con su abrazo de estilo koala, a pesar de la amarga experiencia Ana mantenía su alegría, este la abrazó muy fuerte también, ella le susurró:

-Sé lo que eres, pero eso no cambia nada. Y le dio un beso en la mejilla

Irslan se quedó muy sorprendido de esa frase, la cogió del hombro y le dijo:

-Ten, aquí tienes. Dijo dándole el colgante

-¡Anda lo has encontrado! Eres la leche Irslan, aparte de salvarme y tal, anda chicos, os dejo solos, adiós.

-Hasta luego Ana, cuídate mucho

En ese instante Ainoa e Irslan se fueron juntos, esta le cogió de la mano y caminaron un buen rato, Ainoa iba con la cabeza apoyada en el hombro, a pesar de que hacía un buen día, poco a poco el cielo se fue nublando y comenzó a llover intensamente, Ainoa estiró del brazo de Irslan, corrieron juntos soportando una fuerte llovizna, en ocasiones Ainoa resbalaba con algún charco, pero aún así se mantenía en pié, después de correr durante un buen rato acabaron en el portal de una casa.

Un lobo con corazón de cristal (En edición)Where stories live. Discover now