Capítulo 53: "Hogar"

24 3 0
                                    


Irslan se quedó congelado, aquel "Papá" le sorprendió mucho, aunque fijándose más detenidamente se dio cuenta que tenía un parecido muy razonable con Sandra, todo encajaba, el pelo blanco, la chaqueta roja...

    -¿Cómo dices?

    -Si, recuerdo que tenía un nombre raro...

    -¿Cómo se llama tu madre? Tal vez te pueda llevar con ella.

    -Se llama... Sofía, mi mamá se llama Sofía

    -De acuerdo, pues vayámonos de aquí, te ayudaré a encontrar a Sofía, pero tienes que ayudarme a encontrar "La cura". No se que es exactamente, pero me dijeron que estaría por aquí. 

    -Ya no está aquí, se la han llevado, te diré dónde si me ayudas a encontrar a mi madre...

    -Pero... Está bien... Vamos a un refugio que hay a un rato de aquí, por cierto ¿Porque me has llamado papá hace unos minutos?

    -Mamá me dijo que papá vendría a buscarme, de modo que cuando te vi pensé que serías mi padre, aunque pensándolo bien... Con esas pintas y siendo tan flacucho dudo que mi madre se fijase en ti.

    -Si ya has terminado de hundirme la autoestima continuemos...

Siguieron andando, todo estaba en ruinas, y vieron a una figura rodeada por soldados armados, se acercó con cautela unos pocos metros más, y allí vio al objetivo de toda aquella gente, era nada más ni nada menos que Lloko, sin apenas tiempo de ser consciente de lo que pasaba escuchó unos disparos, vio a Lloko caer de rodillas, y poco a poco el cigarro que sostenía en la boca fue cayendo lentamente, las negras cenizas se juntaban con un humo gris, tal vez detrás de todo aquello oscuro había una persona, una persona que luchó por lo que creyó justo, y que tomó decisiones, pero sobretodo, las afrontó sin ningún miedo, Irslan tapó los ojos a la niña para que no contemplase aquella escena.

Cuando todos se fueron Irslan se acercó al cuerpo sin vida de Lloko, le cerró los ojos, y con la carta en la mano le dijo: "Cumpliré lo que te prometí"

    -Venga, que es un simple humano, yo he perdido a mucha gente y no es para tanto

    -Escúchame bien, tú no tienes ni idea de lo que es perder

    -Ainhoa 

    -La que se murió ¿Verdad?

    -Estás en terreno muy resbaladizo niña

    -Llévame ya al refugio ese, ¿O acaso es mentira?

Continuaron andando un poco más, y por fin llegaron al refugio, Irslan se fue a hablar con Sandra, mientras tanto la niña iba por ahí preguntando si alguien había visto a su madre:

    -No he encontrado nada Sandra, la cura no está

    -¿Cómo lo sabes?

    -Me lo ha...

Un grito enorme hizo que Irslan dejase de hablar:

    -¡Mamá! -La niña se tiró a los brazos de Sandra, la cual la abrazó con un cariño que solo se podía describir con amor maternal-

    -¿Mamá? No, ella no es Sofía, ella se llama Sandra

    -Sofía te presento a Irslan, tu padre, Irslan, te presento a sofía, tu hija

    -No... es... no puede ser, no me lo estoy creyendo

Apareció Bruno y dijo:

    -Así que te tiraste a Sandra eh pillín...

Sofía preguntó:

    -Papá ¿Que es tirarse?

    -Es como quererse, pero más fuerte

    -Mamá ¿Sabes que me tiro a papá?

Sandra se empezó a reír, Sofía no entendía el motivo de risa, pero abrazó a Irslan, y le dijo al oído:

    -Eres justo como mamá dijo que eras, valiente, fuerte, en fin todo lo contrario a lo que he dicho

    -Para tener 5 años hablas muy bien, aunque reconozco que me has echo enfadar eh...

    -Las chicas maduramos antes que los chicos, por cierto ¿Porque eres tan joven?

    -Soy mitad y mitad

    -Te he estado esperando, sabía que llegarías, de modo que hagas lo que hagas y seas como seas siempre te querré papá.

Aquellas palabras se quedaron en la mente de Irslan durante mucho tiempo.


    -

Un lobo con corazón de cristal (En edición)Where stories live. Discover now