Capítulo 26: "Yukimura"

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"Joder, no tengo tiempo que perder, aunque parecía estar bien"

Irslan comenzó a correr, y lo que parecía una simple montaña de escombros se convirtió en un laberinto, Irslan pensó que la mejor opción sería encontrar un lugar alto para divisar mejor el panorama, cuando consiguió subirse a la azotea de un edificio comprobó la tremenda pelea que había unos metros más allá, pudo ver como licántropos y policías peleaban intensamente, había civiles de por medio, Irslan no sabía que hacer...

"Mierda, a quien coño ayudo joder... Si ayudo a los policías puede que me ataquen, pero si ayudo a los licántropos puede que diga adiós a lo que me queda de humanidad..."

De repente divisó a un niño pequeño corriendo por en medio de todo aquel jaleo, Irslan se quedó muy sorprendido de verlo, pero vio a un licántropo que corría detrás de él, esta escena decidió a Irslan a entrar en combate pasase lo que pasase.

Se dirigió a toda prisa, el niño estaba acorralado, y su perseguidor no se detenía, abrió una puerta y se escondió, minutos después Irslan observó que el niño estaba en la azotea, una puerta voló muy lejos, esto era una clara señal de que aquella bestia estaba en la azotea, el niño no cesaba de llorar, pero su madre se puso enfrente con gran valentía, y entre sollozos le esbozó una sonrisa a su hijo, Irslan se dio más prisa todavía, pero había un tiroteo que impedía que este se acercase sin ser alcanzado, entre todo aquel alboroto encontró a Ana.

-Ana, deprisa, hay gente en peligro

-Joder, que susto me has dado coño...

-Lo siento, ayúdales

-Hay gente en peligro cada segundo, no soy Dios ¿Entiendes? Y además llegaría tarde

-¿Preparada? Te voy a tirar a aquel edificio, vas a usar esos artefactos, y le vas a reventar.

-Haz lo que quieras...

En ese momento Irslan cogió a Ana y la tiró hacia el edificio, esta llegó a la azotea rápidamente, usó su artefacto, y le hizo frente al licántropo, pero claro, Ana no tenía mucha experiencia en combates de ese tipo, de modo que no duró mucho, Ana se cansó muy rápido, el licántropo le metió un golpe y Ana calló al suelo, este momento lo aprovechó para darle una fuerte cuchillada al niño, pero la madre se interpuso, esto provocó que el estómago de la madre fuese atravesado brutalmente y comenzase a sangrar intensamente, el niño contempló toda esta escena horrorizado, la madre con su último aliento formuló la siguiente frase:

-Hijo, siempre te querré, y te estaré cuidando, corre o salta, pero que no te coman, te quie...

En ese instante el licántropo arrancó la cabeza de la madre de cuajo, este se levantó y avanzó hacia el niño, el cual le plantó cara, este con todas sus fuerzas le lanzó un puñetazo, pero para el licántropo eran cosquillas, y este le metió un manotazo, el cual hizo que el niño se precipitase cayendo desde la azotea, Irslan lo vio, pegó un salto y cogió al niño en el aire.

El chico se agarró muy asustado al cuello de Irslan, este consiguió aterrizar perfectamente, pero no en el sitio que él quería, tubo la mala suerte de caer en el centro de una fuerte pelea entre licántropos y humanos, al caer levantó una estela de humo, la cual se disipó a los pocos segundos, Irslan sostenía al niño, mientras todas las miradas estaban fijas en Irslan que estaba enfrente de todos los policías, y por otro lado Lloko que estaba al frente de los licántropos sujetando a Kendra, ambos fueron retrocediendo con sus respectivos rehenes, y de pronto sus espaldas chocaron entre sí, ambos se giraron rápidamente y sus miradas se clavaron la una en la otra y mantuvieron esa tensión unos breves segundos, hasta que los ojos de Lloko vieron al niño que Irslan sostenía, y por otra parte Irslan observó a Kendra tirada enfrente de los pies de Lloko bastante maltrecha.

-Dame a Kendra y yo te doy al niño

-No negocio con licántropos

-Por las buenas o por las malas

-¿Eso es una amenaza?

-No quiero hacerte daño

-Ya somos dos, tengo armas, tú verás

-Esto es más sencillo dame a Kendra y se soluciona todo

-Cuando acabe contigo me voy a hacer un abrigo con tu piel ¿Qué me dices?

-No me hace falta ni ser lobo, dame un arma y lo discutimos

En ese momento Irslan dejó al niño en el suelo, Lloko le pasó un artefacto, y en tono desafiante le dijo:

-Se requiere cierto nivel de entrenamiento para manejar un artefacto

-Menos cháchara, dame el artefacto

-Toma, ahí tienes, pero deberías saber que solo funciona en humanos, de modo que tienes un artefacto inútil

En ese instante Irslan cogió el artefacto y lo activó sacando una espada, tanto Lloko como los demás investigadores se quedaron pasmados, no sabían como un lobo podía activar aquel artefacto. Irslan alzó su espada y dijo:

-Yukimura

-¿Qué dices?

-Es el nombre de esta espada

-No te la puedes quedar, no es tuya

-Ahora no es mía, pero cuando te gane lo será

-Eso habrá que verlo mocoso

Lloko se lanzó hacia Irslan con gran velocidad, ambos se enzarzaron en un duelo, las espadas chocaban entre sí, descargando chispas que inundaban el campo de batalla, una estocada tras otra sin cesar, Irslan perdía terreno rápidamente, este aprovechó un choque en el cual no puso fuerza, Lloko tenía demasiado impulso, esto provocó que Irslan pudiese esquivar el ataque y ganar algo de terreno, esta vez Irslan llevó la iniciativa ofensiva, en un momento dado el cansancio hizo su efecto y Lloko empezó a flaquear, haciendo que sus golpes fuesen menos precisos y potentes, esto lo aprovechó Irslan, para sacar partido a esta ventaja le metió una patada, que le desequilibró por completo, Irslan puso la espada en el cuello de Lloko, este agotado intentó darle un puñetazo, pero Irslan lo esquivó y Lloko volvió a caer al suelo.

-Vale, se ha acabado, dame a Kendra y todo solucionado

Irslan se acercó lentamente a Lloko y le tendió la mano, este parecía que la iba a coger, pero le hizo un barrido y se cambiaron los papeles, Lloko asestó una estocada brutal, pero Irslan rodó y la esquivó por muy poco, se reincorporó, cogió a Yukimura de nuevo, y ambos se lanzaron rápidamente el uno contra el otro para asestar la estocada que pondría punto y final al conflicto, cada uno acabó en un lado, dándole la espalda a su contrincante, ambos se volvieron a girar, Lloko se tocó el brazo, del cual caían unas gotas de sangre, Irslan comenzó a transformarse en lobo, tiró la espada al suelo, se cogió la cabeza con ambas manos, no quería perder el control, este instante de debilidad fue aprovechado por Lloko que lanzó una última estocada...



Un lobo con corazón de cristal (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora