Un chico solitario llamado Irslan descubre que es un licántropo, a partir de ese instante suceden unas situaciones que revelarán quiénes son los verdaderos animales, ¿Humanos o licántropos?
"Todo en lo que creía se esfumó, y al final la ficción se c...
Irslan y Ana fueron a por Marcial, Ana seguía cojeando, su rodilla estaba totalmente ensangrentada:
-Espera, necesito parar un segundo
-Eso de ahí no tiene buena pinta Ana... Necesitas que te vea un médico o alguien
-No, estoy bien, solo dame un segundo
Sacó una jeringuilla y se pinchó sin dudarlo ni un segundo, Irslan se quedó mirándola sin saber por que lo hizo, y se fijó que en unos pocos segundos la herida se cerró:
-Eso no puede ser bueno Ana
-Puede ser, métete en tus asuntos, hay cosas reales más importantes que yo
-¿Estás bien?
-Sí, me acabo de curar
-No me refiero a eso, me refiero a ti
-Estoy bien ¿Y tú?
-Yo... Acabo de perder a alguien...
-Háblame de ella
-Ella... Lo es todo para mí, no lo sabe, pero un abrazo suyo sacaba la mayor calidez que podía dar mi cuerpo, una sonrisa suya quitaba todos los males, sus ojos, su cabello, el suave tacto de su piel, su voz, esa dulce y melodiosa voz que siempre recuerdo en mi cabeza.
La esperanza de verla cada día invadía mi corazón, mi mente no paraba de pensar en ella, mi mundo giraba por y para ella. Los labios, esos carnosos labios, esos labios que deben de saber como el néctar de los dioses, esa belleza enigmática que la envolvía por completo fue lo que me enamoró de ella, esa figura, cada curva, la silueta solo se podía definir como perfecta, incluso las arrugas de la ropa eran perfectas, daría cualquier cosa por estar a su lado cada día, dedicarle cada segundo de mi ser, estoy seguro de que una vida no sería necesaria para estar a su lado, espero que algún día cuando alguien busque "Belleza" o "Perfección" supiera que existe alguien así, ojalá pudiera volver atrás en el tiempo, y así remendar mis errores, evitar sus enfados, conseguir así ser digno de su presencia, daría mi vida entera por rozar su mejilla y...
¿Para que engañarnos? Besar sus labios y conocer el verdadero paraíso del que muchos han oído hablar, pero solo unos pocos lo han alcanzado, ella representa mi pasado, mi presente y por supuesto mi futuro, ocupa mi mente, aveces hasta olvido que necesito comer o respirar, porque ocupa todo mi ser, quererla o amarla son palabras pequeñas para expresar el cariño que le tengo...
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-Ya... Había momentos en que hablabas en pasado ¿Porque?
-Hablaba en pasado porque ella ya no está...
-¿Que sentiste cuando la perdiste?
-Ira, rabia, soledad, lúgubre , agonía y nostalgia...
-¿No te suenan esas palabras?
-No ¿Por que lo dices?
-Por nada... ¿Que hacemos ahora?
-Nos reuniremos con el grupo de Bruno y acabaremos con esta guerra de una vez por todas
-Te sigo, pero ya me se el final de esta historia, y no va a acabar bien...
Irslan la miró de una forma extraña, pero aún así continuó andando, en el centro de todo el caos estaba Marcial arrodillado, Sofía le apuntaba con el arco, cuando Irslan llegó le hizo una señal a Sofía para que se fuese a un lugar seguro, cuando Sofía se fue Irslan sacó la espada que tantas victorias le había dado, y la puso en el cuello de Marcial, la luz que emitió llamó la atención de todos, tanto lobos como humanos cesaron la masacre:
-O hablamos o lo mato, vosotros decidís
El ejército se puso tenso y apuntaron sin dudar, Irslan levantó la espada, y la puso en la garganta d Marcial, este muy asustado le dijo:
-Por favor, no lo hagas, todo puede ser como antes, aunque no tenga realmente la cura, todo puede ser como antes, te lo prometo
-Espera... ¿No tienes la cura? ¿Todo será como antes?
-Yo... esto... No me hagas daño por favor, te lo suplico
-Mentiroso -Dijo Irslan en un tono muy leve-
Acto seguido pegó una estocada en el cuello de Marcial, este cayó al suelo, pero comenzó a retorcerse, era normal, de su garganta goteaba aquel líquido rojo que tantas veces había presenciado, pero aquella vez era diferente, él no gritaba o lloraba como los demás, su cuerpo se retorcía, Irslan se acercó con algo de inseguridad, Marcial le pegó un golpe que le mandó lejos de él, de su espalda comenzaron a salir cosas extrañas.
Cuando Irslan se levantó no podía creer lo que veían sus ojos, Marcial se había convertido en un medio lobo gigante, arrasaba con edificios como si no fueran nada, las huellas se clavaban en el asfalto, era un ser que nadie había visto antes, era algo, pero nadie tenía muy claro el que.
Un grito por su parte estremeció a todo el mundo, tanto humanos como licántropos comprendieron que por una vez tenían algo en común, y eso era: "Algo a lo que temer".
