Capítulo 2

58 6 0
                                    

-Xylia, ¿porqué no los dejas en paz? Me cuesta mucho entender como una cría tan perfeccionista y tan buena como tú, no pueda simplemente omitir los comentarios de sus compañeros y dejarlos pasar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Xylia, ¿porqué no los dejas en paz? Me cuesta mucho entender como una cría tan perfeccionista y tan buena como tú, no pueda simplemente omitir los comentarios de sus compañeros y dejarlos pasar.

Ahí estaba, se lo debería haber imaginado y eso que era por la tarde. El capitán de la guardia me estaba dando su habitual reprimenda cuando se enteraba que Neith y yo nos habíamos enzarzado en una puesta ridícula en la que siempre acababa perdiendo yo.

-Señor, se cuestionaban mi honor y mi orgullo, no podía dejar que lo mancharan.

Shandor, el capitán, rodeó los ojos poniéndolos en blancos mientras se pasaba una mano por la cara, cansado probablemente de escuchar esta misma historia de nuevo.

-¿Y a esto, le ves ganar y limpiar tu orgullo? -sus ojos volaron al pozo de tela que estaba sosteniendo mientras limpiaba algunos arcos y estanterías.

Paré y me centré por primera vez desde que apareció por esa puerta a escucharle y decirle lo que realmente sentía. Él era quién me había entrenado desde pequeña porque había visto potencial en mí y se lo agradezco mucho porque él me ha convertido en toda una guerrera pero por los acontecimientos que estaban ocurriendo y los males de cabeza que tenía que provocarle, era probable que estuviera un poco molesto y decepcionado.

-Sé que visto así parezco una perdedora pero es mejor que dejar que me pisotee mientras se pavonea con sus amigos, señor.

Ese hombre de unos treinta años más o menos, suspiró mientras me miraba con esa media sonrisa consoladora que siempre me regalaba cuando acababa en situaciones como esta.

-Ya eres toda una adulta Xylia y no tengo porque decirte nada pero no dejes que tu testarudez te supere.

Esta vez fui yo la que suspiré mientras este se apartaba su cabello negro largo hacia atrás. Realmente era reconfortante hablar con él y más cuando era una persona que me conocía muy bien después de todas esas horas en la que pasamos juntos entrenando.

-Lo intentaré pero no le puedo prometer nada.

Soltó una pequeña sonrisa en el que mostraba sus dientes.

-No has cambiado en absoluto -dijo finalmente mientras yo sonreía triunfalmente.

Tenía mucha confianza con ese hombre y siempre que podía venía a verme, incluso cuando le pedí varias veces que se marchara, no lo hizo. Se quedó conmigo mientras me ayudaba a limpiar ese monumental espacio.

Me estuvo contando cuál eran los objetivos claves del rastreo de mañana y todo era para asegurarse de que no había ningún indicio de ataque, así que si todo fuera bien, podríamos celebrar con total normalidad y seguridad el ritual.

Y aunque yo asentía emocionada y curiosa con saber más sobre los rastreos, supe que mi rostro estaría apenado por no poder ir con ellos. Siempre había querido ir pror nunca me habían dado la oportunidad. Shandor pareció percatarse de mi cambio de actitud cuando volvió a enfrentarme con serenidad.

La Leyenda ÁureaWhere stories live. Discover now