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¿Y si terminamos por las malas?


Llegamos corriendo a donde estaba Karold con la lengua afuera y agitados, y no porque fuera mucho el recorrido, era un bar pequeño, sino más bien, porque ya estábamos viejos, demasiadas alitas de pollo y alcohol en los últimos años.

¿Qué por qué corríamos? Recapitulemos: Mi mejor amiga se había enterado gracias a mí, que su novio había estado follando con su prima, que actualmente era mi novia, y por lo tanto necesitaba agua, y en vez de eso la escuchamos gritar.

—¿Pero que estabas haciendo allí dentro hijo de puta? —gritó Karold, estaba parada frente a George su grandulon novio que estaba recostado sobre la puerta del baño de mujeres. Vanessa estaba con él y miraba al suelo avergonzada.

—No es lo que piensas nena —contestó el mamarracho ese.

Muchas personas nos rodearon en el bar. 

—Acaso crees que soy una tonta, estabas por meterle el pito zoquete. 

—¿Pasa algo señorita? —intervino uno de los de seguridad.

—Sí, que este zoquete estaba intentando follarse a su prima allí dentro.

Todos los espectadores ahogaron un grito, y yo miré con el ceño fruncido a Vanessa. De verdad le había creído que aquello había terminado cuando me lo dijo. Pero ella me miraba con la cara torturada y las lagrimas asomándose en sus tiernos ojos. 

—Yo no hice nada —se defendió Vanessa—. De verdad intentaba detenerlo —parecía que me hablara sólo a mí.

George el grandulon la miro desafiante.

—Claro, con lo difícil que eres primita —respondió.

—Entonces si es verdad que te tiras a tu prima —Karold estaba histérica. Con esa respuesta ya se había hundido el mismo. De verdad que era un poco estúpido el hombre.

Daniel sujetaba de la mano a Annie para impedir que ella se metería en el conflicto. A duras penas estaba yo intentando retenerme a mí mismo. 

Aceptemoslo, yo era un cobarde. 

—Oye nena... —intento hablar George. 

—¿Cuál nena? —sin saber como me había puesto frente suyo aunque me ganara por dos pies de altura. ¿No era yo un cobarde? ¿Qué hacía allí en medio de todos?—. No te le acerques cabrón —e inmediatamente le estrellé mi puño en la cara. 

El tipo ni siquiera se movió. No le había reventado ni el labio inferior. A duras penas le dejaría un pequeño hematoma, de hecho, la mano me quedó doliendo como si la hubiese estrellado en la pared. ¿De qué estaba hecho este hijo de puta, de cemento? Eso explicaría porque no tiene humanidad. 

—¡Jack! —escuché que gritaban todos mi nombre antes de que una locomotora me estrellara de frente a mil kilómetros por hora. 

Lo último que supe, fue cuando la mano empuñada de George me golpeaba en la cara y me tiraban al suelo. 

Todo me daba vueltas antes de que la oscuridad reinará por completo. 

Y cómo cosa rara, el gran Jack había perdido la pelea. 

Friendzone: Una tonta historia de Amorजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें