DAISY DAISY ~ Eddie Munson

El encuentro.

La mañana estaba fría, o al menos así lo sentía ella, su cuerpo dolía y sentía que su cabeza iba a partirse por la mitad, supuso que era por la posición en la que había dormido o tal vez por el simple hecho de que había dormido en el suelo y había pasado frío. En la heladera había una nota pegada con un imán de su madre dónde le informaba la hora en que su turno terminaba y que por favor la mantuviese informada de dónde estaba, antes de irse habia había tapado a ambas adolescentes con una manta fina.

La mañana pasó rápido entre el hecho de que Steve se había encargado de  agar una mochila de la rubia e investigar toda su cocina con el fin de guardarle comida al chico de rulos, Robin estaba literalmente saqueando su heladera porque estaba "muriendo de hambre", Daisy solo observaba todo impaciente.

-De acuerdo, si encontramos a Munson solo le explicaremos qué haremos y le dejaremos las cosas, ¿si? - miró a la rubia - no nos quedaremos ahí, ¿de acuerdo? - ella solo asintió- entonces, al auto, iremos a recoger a los niños -.

Bueno, niños no eran, tal vez su cuerpo era de infantes pero por todas las vivencias que habían tenido para ella eran mucho más maduros que Daisy.

Soltó un rápido "espera" para correr escaleras hacia arriba, abrió la puerta de la habitación de su madre dirigiendose a la cómoda marrón para ser más precisa, al tercer cajón bajo la ropa de invierno, donde escondían un arma. ¿Sabía usarla? Si y no al mismo tiempo, sabía la teoría pero nunca había puesto la práctica, pero tiempos violentos a veces requieren de medidas violentas, y como ella había dicho, haría cualquier cosa por amor.

La sujetó entre sus manos y tragó saliva nerviosa, bajó las escaleras mientras escondía el arma con el seguro puesto entre el short y la remera, cuando llegó a la planta baja se colocó una campera de jean gruesa, fuera la esperaban ambos muchachos. Cerró la puerta con llave y la dejó dentro de una maceta color verde, antes fijandose que nadie estuviese viéndola, para caminar con seguridad al auto.

Steve y Robin hablaban preocupados sobre lo que estaba pasando, hablaban una y otra vez sobre cómo El hacía falta en esos momento, primero fueron a la casa de Dustin donde el niño salió prácticamente corriendo al auto, le dedicó una sonrisa amistosa a Daisy, sonaba alterado y emocionado por lo que Steve se burló.

-¿Estás celoso porque tengo un mejor amigo que también es mayor? - habló divertido el moreno -.

-Claro que no - bufó -.