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Dejó de llorar porque sintió que ya no habían lágrimas, de hecho, no sentía nada. No estaba triste, enojada, despechada, no sentía odio ni pena, solo estaba tirada allí en el suelo con su mirada pérdida en los brazos del único chico que no iba a abandonarla. Segundos después solo se levantó, estiró su mano para que él la agarrara y bajaron las escaleras en silencio con el revólver y las balas extras.
Fuera de la casa de Nancy se encontraba Robin la cuál miraba hacia la dirección de donde venían ellos preocupaba sin embargo su ceño se tranquilizó cuando los vió llegar.
-Dime que tienes las armas - soltó-.
-Solo una - la levantó- la otra no está aquí-.
Dentro de la casa se oyó un "Dustin'' proveniente de Steve, por lo que se miraron para ingresar rápidamente asustados.
-Tal vez si tiene rabia - murmuró Robin -.
-¿Steve? - preguntó Nancy en el ultimo peldaño de la escalera- ¿Qué haces? - Daissy y Eddie compartieron una mirada de confusión para luego voltear al chico, el cuál le gritaba a las paredes -.
-¡Está aquí! - alumbró con la linterna - Henderson, el tontito está aquí- comenzó a señalar con el dedo - Está en las paredes o algo así, escuchen- llevó su mano a su oreja para sonreir- ¡Dustin! ¡Dustin! ¡¿Me escuchas?! -.
-Se volvió loco - musitó la rubia mirándolo extrañada -.
Sin embargo cuando su novio iba a burlarse comenzaron a oír a Dustin, tal cual Steve habíadicho, "nos lleva a la pregunta que planteaste"
-¡Dustin! - comenzaron a gritar en distintas habitaciones -.
-No hay caso, o no puede oírnos o se está haciendo el imbécil - habló resignado-.
-Will pudo hacerlo-.
-¿Cómo? - preguntó la rubia -
-¡Se comunicaba a través de las luces! - respondió como si hubiese resuelto un caso, caminó hacia la lámpara pero fracasó en encenderla -.
-Chicos - llamó Steve alumbrando hacia el portaluz de la cocina - ¿Ven eso? -.
Las luces estaban encendidas, era algo mínimo pero estaban encendidas. Nancy se acercó a ellas, estirando su mano logrando que la luz se avivara más, a su alrededor desprendía un brillo, rápidamente el resto del grupo imitó su acción.
-Hace cosquillas- comentó Eddie -.
Una vez más, el dolor de cabeza se hizo presente pero con ello, sintió que estaba teniendo un sueño vivido puesto que las cinco campanadas del viejo reloj se hicieron presentes en su cabeza. Retiró su mano para apretar su cien. Era todo mental, era el estrés y el hecho de que venía durmiendo mal hacia varios días ya.
