El destino.

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Eddie Munson,aquel frikki que todo un pueblo perseguía para cazarlo y asesinarlo, aquel adolescente que tocaba la guitarra, aquel que había rogado a su profesora para que pusiera a Daisy Summer como su tutora, aquel que quería estar en dos estados...

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Eddie Munson,aquel frikki que todo un pueblo perseguía para cazarlo y asesinarlo, aquel adolescente que tocaba la guitarra, aquel que había rogado a su profesora para que pusiera a Daisy Summer como su tutora, aquel que quería estar en dos estados, aquel con el que había hecho tantos planes. Eddie Munson, su novio, había sujetado por milésimas de segundos la sabana con la idea de subir, sin embargo, pudo reflejar en sus ojos su deber, aquel sentimiento de querer sacrificarse por una vez, aquel que había dicho que no volvería a huir, y la soltó, soltó la sabana para luego cortarla.

El grito de Dustin desgarró el alma de la rubia, la cual se quedó milésimas de segundos mirando la tela cortada.

-¡Eddie ¿Qué haces?! - Gritó desesperado Dustin -.

-Estoy ganando tiempo - le respondió -.

-¡Eddie! - Gritó ella tirada rn el suelo-.

Ella no iba a permitirlo, Daisy había perdido muchas cosas en este último tiempo, pero ella no iba a perderlo a él, no podía permitirlo.

Gritó, pidiéndole por favor que esperara, pero él no lo hizo, asi que ella tampoco esperó, no perdió más tiempo y corrió hacia las sillas, arrastrando una dejándola sobre el colchón para subirse sobre ella y apoyar sus brazos en el límite del portal, sosteniendo todo su cuerpo, sintiendose desmayar, no le importó. No le importó el pinchazo de su muñeca quebrada, no le importó el temblor de sus brazos, o los gritos que Dustin pegaba, en su mente nada más importaba una cosa: que Eddie estuviese a salvo. Pasó al otro lado, golpeando con el suelo puesto que el chico había corrido el colchón.

Su cabeza retumbó, desorientandose, completamente mareada. Primero por la sensación de que todo estaba vuelta, y segundo porque se había golpeado con una madera, quiso levantarse apoyando su mano quebrada, volvió a doler por lo que gritó.

-¡Daisy! - Dustin lloraba desesperado - ¡Espera, Daisy! -.

Miró hacia el portal con los ojos medios cerrados, sintió algo caliente en su frente así que llevó su mano sana ahí, cuando vió no supo como reaccionar: sangre. Inhaló aire para tomar fuerza y levantarse, enfocó su vista hacia la puerta del trailer, la cual estaba abierta.

No podía permitirse tener miedo, no podía permitirse desmayarse o verse débil, no podía dejar todo ahora.

Sacó el arma y caminó apoyándose de las cosas, con miedo a caer. Respiró aire y cuando salió no vió nada, allí los murciélagos no estaban, ni Eddie tampoco. Cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás para volver a abrirlos, bajando los tres escalones rápido. Miró a su izquierda, nada, volteó a su derecha y ahí, a varios metros de distancia se distinguía una pequeña figura con una neblina negra a su alrededor.

DAISY DAISY ~ Eddie Munson Where stories live. Discover now